El Pentágono tiene un «plan exitoso» con cientos de Tomahawks desplegados cerca de Irán

El plan B de Estados Unidos contra Irán «será un éxito», promete el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta. Los informes sugieren que no es sólo ruido de sables, ya que los grupos de ataque de Estados Unidos desplegados en el Golfo Pérsico estarían cargando unos 430 misiles Tomahawk.

Washington no ha abandonado su postura de «todas las opciones» postura hacia un Irán, que, temen, puede construir armas nucleares. La confirmación CNN de Panetta fue obtenida por Wolf Blitzer el jueves.

«Estamos preparados con todas las opciones sobre la mesa, si tenemos que responder», dijo Panetta, quien agregó que «hay planes» para tratar con Irán si el país no renuncia a sus ambiciones nucleares.

«No creo que haya ninguna duda de que si tenemos que poner en práctica ese plan, será un éxito», agregó.

Este enfoque práctico incluye dos portaaviones norteamericanos, sus grupos de combate, submarinos e varios infantes de marina adicionales desplegados en las aguas del Golfo. Tanto la marina estadounidense como el Pentágono dicen que las comisiones son «de rutina».

Sin embargo, las evaluaciones realizadas por la agencia Interfax señalan que el grupo liderado por el USS Enterprise lleva por lo menos 130 misiles Tomahawk en el Golfo Pérsico.

El otro grupo, que cuenta con el USS Abraham Lincoln como buque insignia, tiene muchos de crucero de largo alcance misiles de la misma clase. Se ha dicho que este grupo iba a patrullar el Mar de Arabia, donde la marina estadounidense dice que está proporcionando apoyo aéreo a las tropas de la OTAN en Afganistán.

El submarino USS Georgia, que también está navegando las aguas, se estima que porta unos 154 Tomahawks. Se ha reportado que otro submarino, asignado a un grupo de asalto anfibio, se cuenta con 12 misiles de crucero a su disposición.

Todo esto da una cifra total de al menos 430 Tomahawk con un rango de 1.700 km para un viaje rutinario alrededor de las aguas del Golfo Pérsico. Los misiles serían capaces de destruir el sistema de defensa aérea de Irán en su totalidad y convertir sus campos de aviación militares en ruinas, señalan los expertos a Interfax.

Con toda la escalada militar en la zona, Washington dice que la primera ronda de conversaciones nucleares con Teherán le dio una sensación «positiva». Sin embargo, ningún alivio de las sanciones contra la economía de Irán hasta el momento ha sido objeto de debate en la Casa Blanca, como declarara el lunes la Secretaria de Estado, Hillary Clinton.

Estados Unidos parece estar entre la espada y la pared sobre la cuestión de Irán. Por un lado, Washington dice que quiere que Irán abandone las armas nucleares, pero la diplomacia es lo primero. Por otro lado, Estados Unidos tiene que contener tanto a Israel como a su primer ministro, Benjamín Netanyahu, que ha calificado la primera ronda de conversaciones con Irán como un «pase libre» internacional para el país. También declara por lo menos una vez al mes que Teherán es «una amenaza existencial» para Israel.

Irán niega que esté tratando de construir armas nucleares, señalado que también tiene derecho a producir energía nuclear y al tratamiento radiactivo para pacientes con cáncer.