El vínculo entre el segundo piso de La Moneda y la editora del WSJ que criticó el plebiscito en Chile
Un desolador futuro de «pobreza, corrupción y menos libertades» le depara a Chile si es que cambia su Constitución, planteó la editorialista del Wall Street Journal, Mary O’Grady, en una reciente columna escrita para el diario estadounidense que llevó de nombre «La misión suicida» y que fue replicada íntegramente por La Tercera.
En su lapidaria mirada del proceso constituyente que podría iniciarse este domingo 25 de octubre si gana la opción «Apruebo», la periodista asegura que un nuevo texto constitucional pondría «en riesgo el modelo de capitalismo democrático que en 2018 hizo disminuir la pobreza en Chile a menos del 10%».
«Chile también registró (el índice de) movilidad social más alto en un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) respecto a sus 16 estados miembros… Es difícil entender por qué hay respaldo popular a un sistema que ha sido tan exitoso», indica la publicación.
El texto además atribuye el movimiento social de octubre, entre otras cosas, a un «adoctrinamiento marxista en las universidades chilenas».
EL NEXO CON LARROULET
Según detallan biografías disponibles en la web, Mary O’Grady es activa integrante de la Sociedad Mont Pelerin, organización de corte neoliberal que cuenta entre sus fundadores a Friedrich Hayek y Milton Friedman, padre de los Chicago Boys.
En diciembre de 2009, Revista Capital citó un artículo de Karin Fisher, académica de la Universidad de Viena, quien examinó exhaustivamente el impacto de la Sociedad en Chile y destacó que dos importantes think tanks de la escena local, el Centro de Estudios Políticos (CEP) y Libertad y Desarrollo (LyD), reciben auspicio de la SMP.
El reportaje aseguró que los entonces voceros de esas instituciones, Arturo Fontaine, Carlos Cáceres y Cristián Larroulet, eran miembros activos de Mont Pelerin.
Actualmente, Larroulet funge en La Moneda como la principal mano derecha del presidente Sebastián Piñera y jefe de su grupo de asesores, cargo que le ha merecido ser visto como un «poder en las sombras» dentro del Palacio.
En abril de 2020, la diputada Ximena Ossandón (RN) denunció públicamente los supuestos intentos de Larroulet por boicotear el plebiscito.
«Primero Blumel habla de postergación, después Piñera apunta a la crisis económica y en paralelo salen cartas en el diario y hasta encuestas preguntando por eso. Yo ya estoy viejita ya y sé de estas cosas… que me perdonen si estoy siendo injusta, pero creo que acá nuevamente está la mano del segundo piso y de Cristián Larroulet», dijo.
OTRAS MÁS DE O’GRADY
Visiones catastrofistas y fanáticas de O’Grady sobre la política latinoaméricana ya han sido expuestas en el pasado. En septiembre del 2010, el editor de la revista The Atlantic, Jeffrey Goldberg, la acusó de estar «falsificando la historia» al declarar que Fidel Castro asesinaba judíos en Cuba.
«Si no tuviera más elementos de juicio diría que Mary Anastasia O’Grady, la polemista del Wall Street Journal que nunca ha conocido algún oligarca fascista de Centroamérica que le desagrade, está preparando una nueva invasión a la Bahía de Cochinos», ironizó Goldberg.
Mucho antes, en 2004, Philip Cryan de Counterpunch fustigó la «óptica paranoica» de O’Grady en múltiples columnas que apuntaban, por ejemplo, a supuestos laboratorios castristas que preparaban armas biológicas para compartirlas con terroristas de Medio Oriente.
«Ella escribió al menos dos columnas defendiendo la nominación de Otto Reich como subsecretario de Estado para los Asuntos del Hemisferio Occidental por parte del presidente George W. Bush en 2001. Reich jugó papeles claves en el escándalo Irán-Contras de la administración de Reagan y en varias guerras latinoamericanas de contrainsurgencia», subrayó Cryan.
A principios de este año, O’Grady denunció presuntos vínculos entre el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador y el régimen iraní, citando una «fuente de inteligencia» anónima. Las acusaciones fueron rechazadas por López Obrador.