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Rebeldes sirios buscan expandir el conflicto al Líbano

El Ejército Libre Sirio, el grupo de mercenarios «rebeldes» apoyados y entrenado por la CIA y el MI6, se ha comprometido a ampliar sus operaciones hacia el Líbano y atacar a Hezbolá, la organización paramilitar y política establecida en 1982 para resistir la invasión israelí del Líbano.

El martes, Fahd al-Masri, quien está afiliado al Comando Conjunto del Ejército Libre Sirio, dijo al periódico londinense Ash-Sharq al-Awsat que el ELS ampliará la guerra subsidiaria en Siria hacia «el corazón» del suburbio sureño de Beirut, Dahiyeh, un bastión de Hezbolá.

El ELS afirma tener 13 miembros de Hezbolá secuestrados en la ciudad siria de Homs. En agosto, Estados Unidos acusó a Hezbollah de estar «profundamente involucrado» en el intento del régimen de al-Assad de combatir los ataques del ELS al interior del país.

Las acusaciones son parte de un esfuerzo coordinado por los Departamentos del Tesoro y de Estado para imponer sanciones a Siria. Estados Unidos afirma que Hezbolá está trabajando junto a agentes de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, según el New York Times.

El bloque Movimiento Futuro del ex primer ministro libanés, Saad Hariri, ha declarado que Hezbolá ha firmado la «Declaración Baabda», que promete mantener al Líbano fuera del conflicto en Siria.

A pesar de la neutralidad del Líbano, el ELS atacó un puesto del ejército libanés cerca de la frontera norte con Siria en septiembre.

«Por segunda vez en menos de una semana, una unidad del Ejército Libre Sirio [consistente en] un gran número de hombres armados entraron en territorio libanés durante la noche desde las afueras de Arsal, donde atacaron a uno de los puestos del Ejército libanés», según un comunicado militar, de acuerdo al Daily Star del Líbano.

El ELS ha trabajado muy duro para arrastrar a Líbano al conflicto entre Siria y los combatientes subsidiarios de la CIA. El 6 de octubre, un gran número de combatientes del ELS fueron asesinados en la frontera entre Siria y el Líbano, informó RIA Novosti. Unos días antes, el 3 de octubre, el comandante del ELS, coronel Riad al-Asaad afirmó que el grupo terrorista asesinó al comandante de Hezbolá, Ali Hussein Nassif en la zona de Qusayr en Homs, cerca de la frontera.

En mayo, el gobierno de Rusia expresó su preocupación ante el intento de desestabilizar el Líbano. «Moscú está seriamente preocupado por las crecientes tensiones internas en el Líbano. Al parecer, las fuerzas que no han podido hacer realidad sus planes para desestabilizar a Siria han apuntado al vecino Líbano», señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso en un comunicado publicado en su sitio web.

En 2007, el periodista de investigación Seymour Hersh informó de un esfuerzo por parte de Estados Unidos, Israel y Arabia Saudita para armar un ejército de mercenarios extremistas a nivel regional para derrocar a Hezbolá en el Líbano, desestabilizar y derrocar al gobierno de Siria, y crear un frente unido de fanáticos suníes contra Irán.

«Las fuerzas reclutadas para este esfuerzo podrían provenir de las filas de la legión extranjera árabe creada por la CIA, el mismísimo Al Qaeda – grupos extremistas de regreso de la lucha contra las tropas estadounidenses en Irak y Afganistán, incluyendo cotizadas organizaciones terroristas, como el Grupo Combatiente Islámico Libio (LIFG) desde Libia», apuntó Global Research el 14 de mayo.

El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, acusó a Bush y a su camarilla neoconservadora en 2007 de colaborar con Israel para instigar deliberadamente una fitna, palabra árabe que traduce como «insurrección y fragmentación dentro del Islam».

Como hemos documentado, el Ejército Libre Sirio es un constructo CIA lleno de miembros de al-Qaeda. Este hecho es admitido por nada menos que el Council on Foreign Relations: «Los rebeldes sirios podrían estar muchísimo más débiles hoy de no ser por la presencia de al-Qaeda en sus filas», escribe Ed Husain, Senior Fellow para Estudios del Medio Oriente en el CFR. «El influjo de los yihadistas trae disciplina, fervor religioso, la experiencia de batalla en Irak, el financiamiento de sus simpatizantes suníes en el Golfo, y lo más importante, los resultados mortales.»

También trae violencia sectaria sin fin, asesinato y polarización política organizada y orquestada para balcanizar aún más al Medio Oriente árabe y musulmán, un proyecto que ya está en marcha en la región.

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