Destacados:

La verdadera historia de Bengasi: Una operación estadounidense para armar a terroristas en Siria

El año pasado reportamos que el asesinato del embajador Christopher Stevens en Libia tenía nula relación con un video anti-musulmán. El incidente estaba realmente conectado con un envío clandestino de armas a grupos radicales, como parte de una estrategia vigente de intervención en Medio Oriente y África del Norte.

Durante una entrevista con el programa estadounidense de Larry Kudlow en CNBC, el locutor radial John Baxter dijo que la renuncia del director de la CIA, David Petraeus, no se había producido en realidad por un romance con su biógrafa Paula Broadwell, sino que estaba relacionado con la política de Estados Unidos en Medio Oriente, las permanentes “revoluciones de color” en la región, y específicamente una operación que pretende armar a terroristas de Al Qaeda en Siria para derrocar al régimen de Assad.

“Bengasi no es sobre Libia, Bengasi es sobre la política de la administración Obama de involucrar a Estados Unidos, sin claridad hacia el pueblo estadounidense, no sólo en Libia sino en todo el mundo árabe”, dijo Baxter a Kudlow. “Bengasi es sobre el Consejo Nacional de Seguridad dirigiendo una operación… que toma armas y hombres y los introduce en Siria bajo la guía del Ejército Libre Sirio”.

El general en retiro William Boykin dijo en enero que el embajador Stevens se encontraba en Bengasi como parte de los esfuerzos por armar a Al Qaeda, tildados por los medios del establishment como los “rebeldes sirios”. El gobierno estadounidense estaba “canalizando armas a las fuerzas rebeldes en Siria, usando principalmente a los turcos para facilitarlo. ¿Estaba ocurriendo eso? Y de ser así, ¿se trataba de una acción encubierta legal”, dijo Boykin en una entrevista con CNS News.

Boykin dijo que Stevens “recibió una orden para apoyar a los rebeldes sirios” y que la misión especial del Departamento de Estado en Bengasi “sería el centro de esa actividad”.

En 2011, Stevens fue oficialmente designado para ser el enlace de la administración Obama con la oposición libia, según ABC News. Para marzo del mismo año, se estableció firmemente que la llamada «oposición libia» estaba conformada realmente por Al Qaeda. Stevens y el Departamento de Estado trabajaron directamente con Abdelhakim Belhadj del Grupo Islámico Combatiente Libio. Belhadj tiene conexiones directas con Al Qaeda.

El asesinato de Stevens, claramente, no hizo más lento el flujo de armas desde Libia a los grupos de Al Qaeda en Siria. «Estados Unidos está lanzando una operación encubierta para enviar armas a los rebeldes sirios por primera vez, mientras eleva sus esfuerzos militares para derrocar al presidente Bashar al-Assad», reportó The Sunday Times a inicios de diciembre de 2012.

«Morteros, granadas propulsadas por cohete y misiles anti-tanque se enviarán a través de amistosos países de Medio Oriente que ya abastecen a los rebeldes, según fuentes diplomáticas bien instaladas. Los estadounidenses han comprado algunas de las armas de arsenales de Muammar Gaddafi, el dictador libio asesinado el año pasado. Éstas incluyen misiles SA-7, que pueden ser usados para derribar aeronaves».

En abril pasado, un misil SA-7 bajo el control de Al Qaeda casi impacta contra un avión de pasajeros ruso.

Sin comentarios