La quema del bus… inconsistencias, represión y utilización mediática
En inicios de la jornada del día martes 18 de octubre, siendo éste el primer día de paro nacional convocado por estudiantes y la CUT, un bus del recorrido 104, de la empresa Alsacia, fue quemado por un grupo de encapuchados en la intersección de Av. Grecia con Ignacio Carrera Pinto.
Como se puede apreciar en la imagen, el bus se encuentra cruzado en la avenida, interrumpiendo el paso de cualquier otro vehículo por esa calzada. Según relata Luis Valladares, conductor del bus siniestrado, éste hizo bajar a los pasajeros al encontrarse frente a una barricada, y fue posteriormente obligado por los encapuchados a desviarse y cruzar el bus.
Este sector es conocido por diversas manifestaciones que han ocurrido. Debido a esto, se ha dispuesto de manera permanente de un amplio contingente en las cercanías del lugar, el cual consta de 2 carros lanza aguas y un “zorrillo”. Cabe destacar que el día del suceso, estos sólo se hicieron presentes una hora después de haberse iniciado el fuego. Luego de lo ocurrido, como es de esperar en estos casos, el tránsito se desvió a las calles aledañas para evitar los accidentes, estando presentes sólo los carabineros que cortaban y dirigían el tránsito con un perímetro de 3 cuadras del bus.
A una hora de que comenzara el siniestro, Carabineros y la prensa concurrieron al lugar. Ante la tardanza de bomberos, los efectivos policiales decidieron actuar con el carro lanza aguas para apagar el fuego. La ayuda no fue muy eficaz, ya que el fuego no se extinguió y el bus se consumió sin mayores reparos.
Mientras la prensa se encargaba de cubrir la quema del Transantiago, se dispusieron varios operativos para entrar a las universidades y liceos aledaños, como lo es el caso de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Chile y el liceo Republica de Siria. Los estudiantes de estos recintos educacionales denuncian una fuerza desmedida por parte de Carabineros y Fuerzas Especiales, que entraron al recinto sin autorización alguna y detuvieron a un sinnúmero de estudiantes y docentes que se encontraban dentro.
Un docente de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, Luis Pouchouq, quien resultó detenido luego del ingreso de fuerzas especiales al campus, relató:
“Saqué mi cámara de celular, empecé a tomar fotos y cuando voy a tomar una, a un carabinero que estaba con la cara descubierta, se me abalanza, me quita el celular y me empiezan a llevar. Varios funcionarios (de la facultad) trataron de detener que me llevaran y golpearon a otros cuatro funcionarios. Uno quedó con un corte en la cabeza, otro fue golpeado en el piso… muchas cosas”.
“Los encapuchados corrieron y se escaparon, pero cuando la policía llega, se queda acá en Ciencias, donde no estaba ocurriendo nada, e irrumpen en las dependencias del Departamento de Matemáticas. Nosotros vimos que tenían a cuatro jóvenes reducidos y los estaban golpeando, entonces empezamos a tratar de echarlos, porque es ilegal, nadie les había permitido el acceso”, relató.
Según Luis Pouchouq, en ese momento, la policía detuvo y golpeó a estudiantes y funcionarios que no participaban de los hechos de violencia: “Ninguno de nosotros, en ningún momento, agredió a un carabinero. Fueron ellos quienes nos agredieron a nosotros y de una manera muy brutal. Si las caras que tenían eran como que estuvieran drogados o completamente locos, estaban desaforados”, señaló.
“Nunca entendieron nada, insultaron a una colega que estaba tratando de ayudarme. Decían ‘que saquen a esta yegua, esta yegua está loca’, una cosa así. Por suerte no la golpearon, porque yo vi cómo golpearon a otra colega, que la pusieron contra la reja porque estaba tratando de evitar que los policías salieran. También golpearon a un guardia que trató de cerrarles la puerta. Fue una acción desmesuradamente violenta”, añadió.
Finalmente, el funcionario del Laboratorio de Biología Estructural y Molecular, y otros siete estudiantes, fueron detenidos y llevados a un carro lanza gases. Luego, el grupo fue trasladado a un bus de Carabineros: “Después nos llevaron al colegio República de Siria (Grecia con Juan Moya) y vemos por las ventanas que están desalojando el colegio y sacando a más de diez niños, eran niños, de una forma muy violenta. A una niña la estaban arrastrando de los pies. Los subieron a una micro delante de la nuestra y luego nos pasaron a todos a la comisaría”, dijo.
Cerca de las 11 de la mañana, afirmó Luis Pouchouq, una fiscal ordenó que todos fueran liberados por falta de pruebas. Sin embargo, sólo pudieron abandonar la 18° comisaría de Ñuñoa después de cinco horas: “No sé por qué. Y cuando nos soltaron, solo nos hicieron firmar un libro y nos echaron sin ningún papel ni citación”, agregó.
“Nos pidieron muchas veces los datos, nos sacaron muchas fotos e hicieron muchas preguntas. A algunos chicos trataban de sindicarles que ellos fueron los que quemaron la micro afuera. Yo les decía que habían cometido un error: soy funcionario y ellos estudiantes, estábamos en nuestro lugar de trabajo y estudio. Les decía que cómo era posible que llegaran, irrumpieran en el lugar y golpearan a todo el mundo como si fuéramos delincuentes. Nuestra facultad es absolutamente pacífica, no hay encapuchados ni bombas molotov”, aseguró.
Luis Pouchouq constató diversas lesiones en el cuello y piernas, donde fue golpeado con un bastón, y logró que un compañero de trabajo rescatara su celular, con las fotos del incidente. Éstas serán utilizadas en acciones legales contra Carabineros.
En el siguiente video, los detenidos durante la jornada del martes relatan lo que vivieron y cómo fueron detenidos.
Sin duda que la quema de un bus es un hecho repudiable, que no puede ni tiene que suceder, pero el aprovechamiento político de éste es igual peor que el hecho mismo.
Claramente se activó una operación política y mediática en las redes internas del gobierno de Sebastián Piñera, que llevó a colocar el foco central en este hecho por encima de las actividades que caracterizaron a la movilización social por la educación.
Todos los medios cubrían el incendio de una manera alarmante, como si el acontecimiento fuese a repetirse todos los días, como si los estudiantes estuvieran fuera de control. Los medios cubrían un caos total, exhibiendo disturbios en todo Chile y como siempre opacando la jornada de movilización, durante la cual destacó, por ejemplo, la entrega de resultados del plebiscito realizado hace algunos días atrás.
Frente a este desastre sale la “voz de la cordura”, el Ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter, informando el hecho y señalando que se invocará la Ley de Seguridad Interior del Estado, herencia de la dictadura de Pinochet. Al día siguiente, se estableció el hecho como una pauta mediática, informando sobre lo acontecido y la cantidad de detenidos – la mayoría de los cuales fueron liberados por falta de pruebas.
Con el uso de un caso anecdótico, rodeado de irregularidades tanto en la reacción policial como mediática, el gobierno ha instalado una vez más su discurso hegemónico con un sello de violencia y despropósito hacia la movilización social por la educación, convocada por representativas organizaciones estudiantiles, del magisterio y trabajadores.
paaacos de mierdaa!!!
Quisiera agregar que presencie el lanzamiento de bombas molotov
No cabe duda que detrás de todos estos hechos de violencia, está la mano del «ENCAPUCHADO GILPETER», tácticas de la CIA norteamericana, pero que ya nadie cree, porque fueron archi-usadas en los años 80’s. Ya ni siquiera a EEUU, le están comprando sus trucos y engaños, pero Gilpeter pretende hacernos «comulgar con ruedas de carreta! (Ya está probado, que los encapuchados son carabineros o hijos de militares, por eso nunca los atrapan)