La CIA «maneja» el tráfico de drogas, denuncia autoridad mexicana
Tras declaraciones de un vocero del estado mexicano de Chihuahua, quien acusó a la Agencia Central de Inteligencia de “manejar el mercado de la droga”, la CIA y su relación con el narcotráfico ha vuelto a aparecer en los medios. La infame agencia americana de espionaje se ha negado comentar.
En una entrevista reciente, el vocero del estado de Chihuahua, Guillermo Terrazas Villanueva, declaró a Al Jazeera que la CIA y otros organismos internacionales de “seguridad” no combaten a los narcotraficantes. En lugar de ello, argumentó Villanueva, ellos tratan de controlar y manejar el mercado ilegal de drogas para beneficio propio.
“Es como las empresas de control de plagas, ellos sólo controlan”, dijo el mes pasado Villanueva al medio instalado en Catar, desde su oficina en Juárez. “Si acabas con las plagas, tu empleo se termina. Si acaban con el negocio de las drogas, ellos acaban con sus empleos”.
Otra autoridad mexicana, aparentemente un oficial mexicano de nivel medio, equivalente a un funcionario del Depto. de Homeland Security de Estados Unidos, hizo eco de los dichos de Villanueva, aduciendo saber que los alegatos contra la CIA son correctos basándose en conversaciones con agentes estadounidenses en México. “Es verdad, ellos quieren controlarlo”, contó el oficial en calidad de anónimo a Al Jazeera.
Dejando a un lado la credibilidad de empleados del corrupto gobierno mexicano, las últimas acusaciones difícilmente generaron sorpresa. La agencia de espionaje estadounidense ha sido implicada en el tráfico de drogas desde Afganistán, a Vietnam, a Latinoamérica, y en todos lugares en el entre tanto. Alegatos similares de narcotráfico han sido emitidos contra la CIA durante décadas por ex agentes, autoridades estadounidenses, legisladores, investigadores e incluso propios traficantes de drogas.
Algunas de las autoridades más prominentes en levantar cargos por narcotráfico de la CIA incluyen al ex jefe de la U.S. Drug Enforcement Administration (DEA), Robert Bonner. Durante una entrevista con CBS, Bonner acusó al organismo de importar a Estados Unidos una tonelada de cocaína en colaboración con el gobierno venezolano.
Incluso el New York Times cubrió parte del escándalo en un artículo titulado “Anti-Drug Unit of C.I.A. Sent Ton of Cocaine to U.S. in 1990”. Y el inspector general de la agencia, Frederick Hitz, fue obligado a revelar a un comité parlamentario que la CIA ha trabajado efectivamente con narcotraficantes, habiendo obtenido un permiso del Depto. de Justicia en los ochenta para ocultar los tratos ilícitos de sus contratistas.
Una explosiva investigación del reportero Gary Webb, denominada la “Alianza Oscura”, también develó una vasta máquina de la CIA para introducir drogas ilícitas a Estados Unidos para financiar actividades clandestinas y anticonstitucionales en el extranjero, como el financiamiento de grupos armados. Webb posteriormente murió en circunstancias altamente sospechosas – dos tiros en la cabeza, declarados oficialmente como un “suicidio”.
Respondiendo a los descubrimientos de Webb, altas autoridades e incluso legisladores reconocieron que la CIA tiene un papel casi seguro en el tráfico ilegal de narcóticos. “No hay duda en mi mente que personas afiliadas, o pagadas por la CIA, estuvieron involucradas en tráfico de drogas”, explicó el senador estadounidense John Kerry tras la serie de artículos de la Alianza Oscura.
Autoridades de alto nivel del gobierno mexicano también ha sugerido la complicidad de oficiales estadounidenses en el tráfico de drogas. “Es imposible pasar toneladas de droga o cocaína a Estados Unidos sin algún grado de complicidad de algunas autoridades estadounidenses”, observó el presidente mexicano Felipe Calderón en una entrevista de 2009 con la BBC.
El año pasado, un reporte explosivo en el Washington Times, citando a una fuente de la CIA, especuló que la agencia podría haber estado ayudando deliberadamente a ciertos carteles mexicanos para vencer a otros por motivos geopolíticos. Según las fuentes, el organismo de inteligencia también podría haber jugado un rol clave en el ahora infame escándalo de Fast and Furious (Rápido y Furioso), durante el cual el gobierno federal proveyó con miles de armas de alto poder a carteles mexicanos.
Poco después de eso, The New American cubrió declaraciones ante la corte de un alto agente del cartel de Sinaloa que brindó incluso más luz al rol del gobierno estadounidense en el tráfico de drogas. El acusado “coordinador logístico” del cartel, Jesus Vicente “El Vicentillo” Zambada-Niebla, afirmó que tenía un acuerdo con altas autoridades estadounidenses: a cambio de información de carteles rivales, el acuerdo supuestamente le proporcionaba inmunidad a él y sus asociados para importar múltiples toneladas de drogas a través de la frontera.
“Efectivamente, agentes del gobierno estadounidense asistieron a los líderes del cartel de Sinaloa”, versan documentos de la corte. Actualmente, Zambada-Niebla está encarcelado en una prisión federal, pero argumenta que es inocente ya que poseía la aprobación de, y colaboraba con, agencias estadounidenses en sus operaciones ilegales de narcotráfico.
Otro experto que conversó con Al Jazeera, un profesor universitario, también indicó que el gobierno federal estadounidense está profundamente involucrado en el negocio de las drogas. El experto dijo que la guerra contra las drogas es una “ilusión”, cuyo objetivo es controlar poblaciones e intervenir en Latinoamérica. Como evidencia mencionó que uno de los altos reyes de la droga en el mundo – el multimillonario “Chapo” del cartel de Sinaloa – opera abiertamente y con impunidad.
Numerosos jefes de la droga y autoridades estadounidenses han hecho afirmaciones similares, alegando que el gobierno de EEUU, en escencia, controla al menos algunos de los carteles. Según el ex funcionario de la DEA, Celerino Castillo, autoridades federales de EEUU incluso han entrenado a miembros del brutal cartel de Los Zetas en Texas.
Mientras tanto el año pasado, el insider de la CIA y la DEA, Phil Jordan, afirmó públicamente que la administración Obama vendió armamento de grado militar a la organización criminal a través de una compañía de fachada en México. Y con el escándalo de Fast and Furious, se supo que la administración Obama usó dinero de los contribuyentes para armar a carteles mexicanos, explotando luego la violencia suscitada para atacar los derechos de la Segunda Enmienda.
Desde que soplones expusieron hace más de un año el escándalo, el presidente y su Depto. de Justicia han participado en un encubrimiento, haciendo que el Congreso llevara a comparecer al fiscal general Eric Holder. Otra investigación del Congreso que está siendo obstruida por el Depto. de Justicia dice relación con operaciones de la DEA de lavado de dinero del narcotráfico, reveladas el año pasado en un explosivo artículo del New York Times.
“Mientras la calidad de participación de la CIA y otras agencias de seguridad puede ser debatible, es imposible extirpar la culpa de Estados Unidos”, recalcó un análisis publicado por Catholic Online.sobre las últimas revelaciones. “Si la CIA es parte del problema, entonces ello será una señal más de la corrupción y la maldad que impregna la política estadounidense y mexicana, y mantiene cautivos a millones de inocentes”.
Cerca de 50 mil personas murieron en años recientes, como parte de la “guerra contra las drogas” de México respaldada por el gobierno estadounidense, y la cólera en la frontera sur sigue aumentando. Pero incluso mientras líderes latinoamericanos debaten la legalización de las drogas abiertamente y amenazan con separarse de la controvertida “guerra”, la administración Obama ha prometido continuar gastando dineros fiscales en regímenes para expandir la batalla.
Mientras, en tanto el derramamiento de sangre continúa fuera de control, la frontera de Estados Unidos continúa abierta a propósito, según expertos. Y a pesar de los miles de millones gastados en la interminable “guerra”, numerosos análisis indican que el flujo de drogas ilícitas a Estados Unidos está, de hecho, creciendo, sin mencionar el consumo de narcóticos. En contraste, Portugal, que legalizó todas las drogas hace casi una década, ha visto un descenso en índices de adicción, abuso de drogas y delincuencia.
En Estados Unidos, la presión aún está creciendo desde ambos lados para reformar o terminar la inconstitucional guerra federal contra las drogas de una buena vez, con encuestas mostrando un rápido declive en el apoyo de los votantes. Más de una docena de estados ya han nulificado algunos estatutos federales inconstitucionales sobre la marihuana. El tiempo que perdure la “guerra”, no obstante, podría depender de la capacidad del gobierno federal para continuar tomando prestados fondos para combatirla.
LO QUE ERA UN SECRETO A VOCES AHORA HAY EVIDENCIAS Y TESTIGOS, AL IGUAL QUE LA TRATA DE BLANCAS Y LA PROSTITUCIÓN EN GENERAL…LAS COSAS SE EMPIEZAN A SABER POCO A POCO…
EEUU y la CIA manejan el negocio de las Drogas, la Guerra, el Terrorismo y la Corrupción a alto nivel. ¡Un ejemplo de Moralidad y buenas costumbres del Tio Sam! GRINGOS CSM