La desconocida amistad del general Villalobos con el fiscal que investigó al hijo de Bachelet
Un nuevo antecedente contenido en la causa que indaga la implantación de pruebas en la denominada Operación Huracán reveló este domingo el diario La Tercera. Involucra al ex general director de Carabineros, Bruno Villalobos, y al fiscal jefe de Rancagua -a cargo del denominado caso Caval-, Sergio Moya.
Según el informe de la Policía de Investigaciones N° 224/2018, el fiscal regional de Aysén Carlos Palma entrevistó a Moya para aclarar si era efectivo que en su anterior declaración de fecha 24 de agosto había omitido reconocer que, en medio de los cuestionamientos a las herramientas empleadas por la unidad de inteligencia de La Araucanía, se reunió en privado con el ex mandamás de la policía, el 30 de enero.
“Sí… Cuando él volvió de Miami (de las vacaciones que tomó apenas se desmoronó la Operación Huracán) fue a mi casa, ahí él me comentó que renunciaría. Me consultó por la percepción que yo tenía de lo que estaba pasando y yo le comenté de la visita que me había hecho (Gonzalo) Blu días antes», indicó Moya.
El persecutor de O’Higgins también admitió el encuentro que tuvo con el general Blu -hoy en prisión preventiva por «asociación ilícita» y «obstrucción a la investigación»-, horas después de que la Fiscalía Regional de La Araucanía anunció que no perseveraría contra los ocho imputados de origen mapuche que estuvieron cerca de un mes recluidos en base a chats que habrían sido falsificados por personal de inteligencia.
Según su versión, la reunión se produjo luego de que Patricio Marín -mayor (r) imputado en el caso Huracán- lo llamara cerca de las 21.30 horas del 25 de enero y le pidiera acudir a un cónclave con generales para esa noche en la Escuela de Carabineros, contestando que no podía concurrir y que mejor ellos se desplazaran a su domicilio.
Allí, de acuerdo al testimonio de Moya, hablaron «sobre la prueba que yo había hecho para saber cómo funcionaba la aplicación (Antorcha) que interceptaba mensajes y la opinión que tenía sobre esta aplicación, pero al final les dije que si no aclaraban esto tenían cara de imputados, comentario que le incomodó a Blu y le preguntó a Marín qué pasaba con la prueba, y ahí Marín llamó a (Leonardo) Osses. Yo no escuché esa conversación, pero me imagino que debe haberle dicho que no funcionó».
«Ellos (Marín y Blu) me preguntaron cómo podían demostrar que sí funcionaba, a lo que yo les respondí que en mi investigación, la única manera de verificar que la aplicación realmente funcionaba era deteniendo a los investigados utilizando su herramienta», dándose a entender que ambos «querían que yo continuara con ellos haciendo diligencias para que pudieran demostrar que la información que habían obtenido era verdadera y, en el fondo, que la aplicación funcionaba», expresó en el interrogatorio.
Junto a esas dos conversaciones a puerta cerrada que Moya sostuvo con miembros del Alto Mando de Carabineros -y que, según fuentes de La Tercera, no habría puesto «en conocimiento de las máximas autoridades del Ministerio Público»- hubo otra cita que el persecutor tuvo con Villalobos y que solo fue advertida al revisar un WhatsApp en el teléfono del mayor Marín.
«¿Estuvo usted el 19 de enero con el exgeneral Villalobos?», preguntó el fiscal Carlos Palma a su colega Moya. Este contestó: «Puede que sí haya estado con él, pero no lo recuerdo». Posteriormente, al serle exhibido el chat de Marín, cambió su respuesta y dijo: «es posible que ese día nos hayamos juntado a almorzar en mi casa con él y Patricio Marín».
Según Moya -el mismo que estuvo a cargo de aclarar penalmente el escándalo inmobiliario que salpicó al hijo y nuera de la presidenta Bachelet, Sebastián Dávalos y Natalia Compagnon-, Marín era usado como «enlace» porque él evitaba llamar directamente al general director, «ya que por los casos que investigaba no quería que me vincularan con Villalobos y pudiese haber malos entendidos en caso de que vieran que yo me comunicaba con él de forma telefónica», señaló a Palma.
En cuanto a los temas tratados el día 19, Moya indicó que uno de ellos «fue la salida de Patricio Marín de la IX Región por el quiebre evidente que había en su relación con la fiscalía. Después de este almuerzo el mayor Marín me comentó haber informado de este almuerzo al general Blu, situación que le complicó, ya que fue difícil de explicar la presencia del general director y que su jefe directo no haya concurrido. Yo le dije en esa ocasión que no se preocupara, ya que dicho almuerzo se desarrolló en mi casa y que yo elegía a los invitados».
Al final de su declaración, Moya cuenta que «a Villalobos lo conocía hace 13 años, que los había presentado el fallecido general José Alejandro Bernales y que a Marín lo conocía desde 2008».
«Con esto quiero aclarar que la invitación no se debió a sus cargos o roles que ocupaban dentro de sus institución, sino que por un tema personal y no por motivos laborales», puntualizó, aunque reconoció haber hablado, en esa oportunidad, sobre la cuestionada aplicación que hizo famoso a Alex Smith: Antorcha.