Es el fin de la eurozona como la conocemos

Asumámoslo, la eurozona como la conocemos ha terminado. Ese es el mensaje que hemos estado escuchando de cada medio de comunicación y animador de televisión esta mañana. Pero sobreviva la Unión Europea en su encarnación actual o adquiera una nueva forma, la agenda se mantiene: eviscerar toda soberanía nacional y centralizar el poder en un súper estado federal dictatorial.

Palabras como “depresión”, “colapso”, y “apocalipsis” no son normalmente utilizadas por personas en cargos de poder, pero tales términos han sido puestos en el tapete en la dieta noticiosa de esta semana, en tanto la profundización de la crisis del euro empieza a hacer que titulares sobre Grecia parezcan consignados a segmentos secundarios.

El presidente de la Comisión Europea y miembro de Bilderberg, José Manuel Barroso, advirtió anoche que cualquier rompimiento de la eurozona causaría una “depresión continental”, cortará un 50% del PIB y costará millones de empleos en Alemania solamente.

El Tesoro del Reino Unido y el Banco de Inglaterra están creando planes de contingencia para un “armagedón económico” ante el colapso de la eurozona. El secretario de Finanzas, Vince Cable, dijo que Gran Bretaña se está preparando para “todas las eventualidades”, incluyendo la disolución del euro.

El Secretario General del Secretariado Ibero-Americano, Enrique Iglesias, advierte que la crisis impactará “definitivamente” a países en Asia y Latinoamérica, llamando a medidas preventivas para protegerlos de la “reacción en cadena” que generaría un colapso de la eurozona.

Francia y Alemania están conspirando en secreto para reducir sus pérdidas y crear una eurozona enteramente nueva, ausente de problemas, en un último esfuerzo por salvar el proyecto europeo.

Aún queda por ver si tal retórica apocalíptica es sólo una treta, diseñada para concentrar más poder en las manos de la Unión Europea como parte de los planes hacia un súper estado federal. La realidad es que la propia moneda del euro, de hecho, se ha elevado durante las últimas 48 horas, lo cual sugiere que el colapso no es para nada inminente.

Sabemos que la agenda es crear un gobierno económico europeo centralizado que dicte decisiones a sus estados miembros. Tome esto o no la forma de una nueva eurozona, o se haga efectivamente realidad como resultado de que Bruselas explote la actual crisis para imponerse como los salvadores, el objetivo continúa siendo el mismo.

Los ‘eurócratas’ están interesados en explotar la crisis de la deuda para crear los “Estados Unidos de Europa”, dirigidos por el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy – un movimiento que se asemeja escalofriantemente con los planes de altos nazis, muchos de los cuales fundaron la Unión Europea y emprendieron la misión de construir un gobierno económico a escala continental.

Por meses, líderes de la UE han estado difundiendo el terror sobre las consecuencias de que los estados miembros abandonen la moneda única, advirtiendo que un colapso del euro llevará a la ley marcial, e incluso a la guerra civil.

Su “solución” es que se les otorgue más poder para crear una política económica común que todos los estados miembros sean forzados a seguir, a expensas de su soberanía nacional, constituyendo un gobierno financiero de facto para toda Europa.

Cual sea el resultado, la realidad es que la moneda del euro ha sido un miserable fracaso. Uniones monetarias son tan fuertes como sus miembros más débiles. Esto socava completamente el argumento de una moneda global, idea que ha sido promovida frecuentemente por globalistas.

En junio pasado, el alto elitista y profesor de Harvard, Kenneth Rogoff, escribió en el Financial Times que el colapso de euro pondría fin al sueño de monedas multi-regionales como el Amero.

“El experimento del euro también nos ha traído a una encrucijada en todo el sistema monetario internacional”, advirtió Rogodd. “¿Heredarán nuestros nietos un mundo con un enorme número de monedas nacionales, o un número muy pequeño de monedas multi-países?”

Ya que la moneda única y la eurozona en general han exacerbado la amenaza impuesta por países “demasiado grandes para caer” como Grecia e Italia, amenazando así la estabilidad económica mundial, sólo podemos esperar que el experimento de bloques de poder y monedas multi-regionales, lo cual nos dicen que proveería seguridad y únicamente han terminado dándonos lo opuesto, queden estampados en la historia junto al fracasado euro.