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El pasado que persigue al comisario de Carabineros de Teno

Probablemente el hecho más importante que a fines de 2013 anotó en su hoja de vida el hoy mayor de la Tercera Comisaría de Carabineros de Teno, Carlos Stolzenbach, fue lograr que el entonces general del Maule, Ricardo Cartagena, hiciera más liviana la sanción que le estaban aplicando por tratar de bajar el índice de robos alterando denuncias.

La situación quedó al descubierto cuando un sobre anónimo llegó a la Prefectura de Linares conteniendo copias de partes policiales supuestamente adulterados bajo instrucción del oficial y un CD con grabaciones de éste pidiendo recurrir a triquiñuelas para evitar que su gestión quedara manchada por números rojos.

Stolzenbach era, a esa fecha, capitán de la Segunda Comisaría de Chanco.

Según la carta, era habitual que el jefe comunal de Carabineros ordenara «manipular la totalidad de denuncias… de hurtos y robo en lugar habitado… tipificándolos como otros hechos, apropiación indebida o robo en lugar no habitado, con la finalidad de no aumentar los indicadores de delitos».

Un fragmento del audio -publicado también por Ciper Chile y medios locales de la Región del Maule-, se puede escuchar acá:

 

Verdad Ahora tuvo acceso completo al expediente administrativo del caso y leyó la declaración prestada el 18 de junio de 2013 por Stolzenbach.

En ella descartó irregularidades y afirmó que «la conversación grabada es solo una fracción y está desorientando los hechos, ya que no aparece… la continuación de la reunión, en la cual concluimos que no era procedente ni posible modificar la estadística, ya que el delito que se desviaría de un rubro, se aumentaría en otro».

Sin embargo fue la propia Inspectoría General de Carabineros la que comprobó anomalías en la tipificación de delitos.

«La alteración… se presenta coincidentemente con procedimientos en los cuales se recopila poca información del hecho», señala el documento, agregando que la mayor cantidad de «desviaciones» había tenido lugar entre enero y febrero, calzando con el arribo de Stolzenbach a la unidad.

En agosto, el capitán y fiscal administrativo Herman Moreno acusó a Stolzenbach de no ser «acucioso» en la revisión de los partes. Como conclusión pidió que fuera sancionado con un día de arresto.

Posteriormente, la medida fue rebajada por el jefe de Zona, Ricardo Cartagena, el mismo que en 2015 -un año antes de estallar el fraude conocido como «Pacogate»- liberó de culpa al general Flavio Echeverría en un sumario que detectó irregularidades financieras al interior del Departamento III «Tesorería y Remuneraciones». Hoy Echeverría está cumpliendo prisión preventiva.

LA FARMACIA

En enero de 2018, Carlos Stolzenbach llegó a Teno luego de ejercer por cuatro años en Licantén. Los antiguos audios de Chanco empezaron a circular rápidamente en grupos vecinales. Ana Ojeda, presidenta de la Junta de Vecinos «La Unión», fue una de las dirigentes que alzó la voz.

«Es lamentable que haya llegado a Teno, porque en este momento la comuna tiene muy baja su dotación de Carabineros. Para que llegue una mayor dotación debe existir mayor cantidad de denuncias, y precisamente este señor está cuestionado por eso», comentó a Verdad Ahora.

Los antecedentes, precisó, ya fueron puestos en conocimiento de la máxima autoridad municipal: «Yo se lo comuniqué a nuestra alcaldesa (Sandra Valenzuela), porque obviamente es ella la que debe velar por la integridad de la comuna… Me imagino que debe haber tomado cartas en el asunto, porque es muy delicado. No me ha respondido, pero creo que en algún momento va a tener que ir a nuestra villa y se lo voy a consultar».

La representante agregó otro hecho que genera desconfianza en la labor policial de Stolzenbach: hace algunas semanas, la Farmacia Santa María, ubicada en el cordón principal de Avenida Comalle, volvió a ser asaltada. El local lleva más de 30 años siendo atendido por Ernesto Villar, un tenino de avanzada edad, y está justo enfrente del nuevo edificio que alberga a la Tercera Comisaría de Carabineros.

Verdad Ahora observó que en las afueras de ésta no existe ningún vigilante, contradiciendo lo dispuesto en el Reglamento de Servicios para Personal de Nombramiento Institucional N° 10 de Carabineros que establece las obligaciones del personal de guardia.

El texto indica en su artículo 17° que «habrá un centinela en la puerta principal del cuartel» que no abandonará «por ningún motivo» su puesto «sin que sea relevado por el Suboficial o Cabo de Guardia», el cual permanecerá «atento a todo hecho que ocurra en las cercanías del cuartel… cualquier situación anómala o que requiera la intervención de Carabineros».

EL PASADIZO

Gustavo González, presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Teno (UNCO), también critica la ausencia que ha tenido Carabineros en el combate de un flagelo que estaría creciendo cada día más en la juventud: el consumo de pasta base.

«Somos un pasadizo (de droga). Teno está situado en un punto clave para que puedan entrar desde la carretera 5 o salir de ella, hacia el lado de atrás por la cuesta El Peral o en su defecto hacia la costa. Yo pertenezco al Consejo de la Sociedad Civil (COSOC) y se nos prometió que Carabineros iba a asistir. Vino la persona de Investigaciones y nos hizo una charla bastante larga sobre control de drogas, pero en la segunda etapa Carabineros no apareció nunca», recordó.

González añade que la comunidad aún no tiene la oportunidad de sentarse a hablar con el mayor Stolzenbach para definir un trabajo conjunto en la prevención de delitos: «Yo hace cinco años atrás, en esta misma oficina donde estamos, tenía día por medio la visita de un destacamento que estaba encargado de Relaciones Comunitarias, pero ya no vienen».

«Hace unos días se me citó a una reunión donde iban a participar todos los dirigentes nuestros. La citación funcionó, pero lo que no funcionó nunca fue la reunión. Por la tarde, el mismo día en que estábamos citados, me llamó un sargento y me explicó ‘don Gustavo no hay reunión, tenemos problemas internos’. Habían llegado cinco dirigentes y les tuve que decir que se fueran para la casa», relata.

Cuando se acercó al lugar definido para la cita, se encontró que allí había «otra reunión con empresarios, no con la gente que es víctima de la delincuencia». «Carabineros necesita el apoyo de la comunidad, pero así como estamos no se puede. Y nos estamos mirando como a cinco cuadras de distancia…», puntualizó.

El mes pasado también se suspendió, sin motivos claros, la inauguración de la comisaría.

LO QUE NO SE INVESTIGÓ

Este medio pidió por escrito una entrevista con el mayor Carlos Stolzenbach. El subcomisario de los servicios, capitán Gonzalo Romero, aseguró que el oficial llamaría por teléfono al autor de esta publicación, pero eso no ocurrió.

Desde Santiago, el Departamento de Comunicaciones Sociales respondió que ya «se adoptaron las medidas administrativas correspondientes» sobre los partes cambiados en Chanco, agregando que después del robo ocurrido frente a la comisaría de Teno «la Unidad y sus Destacamentos han reforzado sus servicios preventivos con el objeto de acrecentar controles y fiscalizaciones» a través de «una adecuada georreferenciación y focalización de los ilícitos».

Después de leer el expediente del año 2013 que hoy vuelve a la palestra, Verdad Ahora constató que hubo otras acusaciones que nunca fueron indagadas: un supuesto mal uso de recursos fiscales cometido por Stolzenbach y abuso laboral contra sus propios funcionarios.

«El personal no se encuentra motivado y muchos tienen miedo… tal cual lo demuestra la última evaluación de clima laboral. Lo anterior obedece a la actitud del capitán Stolzenbach, que no hace más que encerrarse en su oficina y revisar el portal de Chile Autos, mandar a los carabineros a que le sirvan café, mandar a otros a que le paguen las cuentas y sacar el carro del sector para favores personales», indicó otro párrafo de la misiva.

«Más encima los amenaza, los gritonea y habla con garabatos a todo el mundo», subrayó, planteando que el personal ya no daba «más con los malos tratos, los gritos, improperios y abusos de poder».

En el sumario se determinó que el remitente de los audios había sido el capitán Carlos Panichini, segundo a bordo en la comisaría de Chanco. Según fuentes de Carabineros, el denunciante se ganó el odio del mando tras protagonizar una violenta discusión con el teniente coronel Victor Follert, quien fue condenado por balear en un ojo al pescador Teófilo Haro en la protesta «Aysén, tu problema es mi problema».

Asediado por la inteligencia de Carabineros, Panichini renunció voluntariamente a la institución verde oliva en julio de 2013. «Lo anterior por no compartir ciertas prácticas de trabajo y lineamientos de distintos mandos institucionales o costumbres en éste que van en contra de todos mis principios morales, personales y familiares», explicó en una presentación a Sebastián Piñera.

Por Matías Rojas (Curicó)

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