Checheno financiado por el Departamento de Estado habría inspirado a hermanos Tsarnaev

The Daily Mail reportó este domingo que a pesar de que el FBI vigilara a Tamerlan Tsarnaev por cinco años, la agencia había descartado la posibilidad de que estuviera en contacto directo con Dokú Umárov, un hombre descrito como el “Bin Laden de Rusia”.

El periódico en su versión online señala:

De acuerdo a una fuente de inteligencia, Rusia seguía convencida de que Tamerlan, originario de Chechenia, estaba en “contacto directo” con militantes islámicos, lo más posible instalados en la región sureña rusa de Daguestán, donde vivió por dos años con su familia antes de mudarse a Estados Unidos.

Durante una visita de seis meses a Rusia el año pasado – indaga un equipo de investigadores estadounidenses – se sabe que Tamerlan visitó Daguestán, considerada ahora más inestable que Chechenia.

Una teoría es que Tamerlan y Dzhokhar, que estaba sometido a su hermano mayor, pudo haber sido ‘inspirado’ por un líder rebelde conocido como el Bin Laden de Rusia.

Doku Umarov, como los hermanos Tsarnaev, en un checheno de la región del Cáucaso devastada por la guerra que se encuentra entre Europa y Asia Central.

La explicación del Daily Mail, sin embargo, omite detalles cruciales – principalmente que Dokú Umárov, como su supuesto mentor Osama Bin Laden, trabaja para los intereses de la inteligencia estadounidense y el Departamento de Estado.

De acuerdo a una investigación realizada por Eric Draitser y otros, el Centro Kavkaz de Umárov fue financiado por el Departamento de Estado y varias organizaciones de fachada que incluyen a la Sociedad para la Amistad Ruso-Chechena, alimentada con dineros del National Endowment for Democracy (NED).

Los esfuerzos militantes chechenos de socavar a Rusia están apoyados por un número de influyentes neoconservadores, pese a que el Centro Kavkaz opera al servicio de terroristas que promueven la destrucción del gobierno ruso, escribe Draitser.

El periodista agrega:

Es la asociación entre este tipo de individuos y organizaciones, y el Departamento de Estado de EEUU y la inteligencia americana, la que lo hace particularmente malicioso. Una entidad que lleva la batuta es el Comité Americano para la Paz en el Cáucaso (ACPC), previamente conocido como el Comité Americano para la Paz en Chechenia. Según lo reportado por Right Web en el Instituto de Estudios de Políticas, “El ACPC fue fundado en 1999 por Freedom House, una organización neoconservadora que ha trabajado estrechamente con el gobierno estadounidense, recibiendo fondos del National Endowment for Democracy y otras iniciativas de democratización de Estados Unidos”. Esta relación íntima entre ACPC y el Departamento de Estado indica no sólo una confluencia de intereses…

La facción neoconservadora “globalista” ha trabajado por 30 años para crear organizaciones suníes salafistas, incluyendo Al Qaeda y el Talibán. Desde el establecimiento de los Mijahideen afganos por la CIA y Arabia Saudita – en un esfuerzo que costó más de seis mil millones de dólares – la fabricada red de terrorismo islámico se ha diseminado desde Serbia a los Balcanes, hasta las Montañas del Cáucaso, Irak, Libia y ahora Siria.

Nada de esto, obviamente, llega hasta la prensa del establishment. Esperan, en vez de eso, que creamos en otra “falla de inteligencia”, esta vez del FBI, enfatizándonos nuevamente la amenaza representada por radicales islámicos que ahora son blancos y más difíciles de reconocer que sus predecesores de Medio oriente. Naturalmente, para luchar contra la renovada amenaza, los estadounidenses deberán ceder más libertades y disminuir las protecciones otorgadas por la Constitución y la Carta de Derechos en su país. De hecho, libertarios civiles ya están diciendo que un nuevo asalto a la libertad está comenzando.