Asalto turco es idéntico a estrategia del Instituto Brookings para derrocar a presidente Assad
Tras la autorización parlamentaria de hoy que permitirá a Turquía realizar ataques militares dentro de Siria, una decisión de iguales proporciones a una declaración de guerra, el asalto contra Siria está comenzando a calzar justamente con una estrategia bosquejada por el neoconservador Instituto Brookings para lograr un cambio de régimen en la región.
Luego de un ataque de obuses que mató a cinco personas en Akcakale al sudeste de Turquía, un ataque que muchos han especulado que podría tratarse de una bandera falsa realizada por rebeldes del Ejército Sirio Libre, el gobierno turco respondió con el bombardeo de un puesto militar cerca del pueblo fronterizo de Tel Abyad, matando a varios soldados sirios.
Incluso el New York Times reconoció que el ataque inicial contra Turquía pudo haber sido fácilmente realizado por “rebeldes que están luchando para derrocar al gobierno del presidente Bashar al-Assad”.
Después de que Turquía continuara esta mañana con sus ataques dentro de Siria, el parlamento del país convino autorizar “operaciones militar más allá de la frontera en Siria”. Sin embargo, el primer ministro subrogante de Turquía, Besir Atalay, insistió en que la acción no representa un acto de guerra.
Entonces mientras Turquía autoriza y conduce ataques militares dentro de Siria, matando a la vez a tropas sirias, nadie menciona a los que han acuartelado, entrenado, financiado y armado a militantes rebeldes para llevar a cabo ataques terroristas en el país. Simultáneamente, líderes políticos de Turquía siguen diciendo que no están en guerra con Siria.
Turquía ha estado involucrada por meses en una guerra encubierta contra Siria, elevándose sólo ahora a un asalto militar oficial liderado por fuerzas turcas.
Mientras tanto, Israel está desviando la atención militar en Siria, supervisando una escalada de tropas en los Altos del Golán, un territorio de control israelí que vigila el sur del país sirio. Luego de que unos individuos, que podrían tratarse de soldados sirios o bien de rebeldes anti-gobierno, fueran vistos acercándose al área, Israel evacuó a sus turistas y aumentó su seguridad en el área.
La confluencia de la agresión turca en la frontera siria, y la decisión de Israel de reforzar los Altos del Golán, es sumamente importante, ya que se asemeja precisamente a uno de los planes bosquejados meses atrás por el neoconservador Instituto Brookings, diseñado para crear el pretexto para un cambio de régimen en Siria.
En un documento de marzo de 2012 titulado Saving Syria: Assessing Options For Regime Change, el Instituto Brookings, reconocido ampliamente como el think tank más incluyente de Estados Unidos, boquejó un plan para usar la preocupación humanitaria como una justificación que permitiera intervenir militarmente en Siria.
El reporte revela cómo la agresión turca e israelí coincidiría para gatillar el principio del fin del gobierno de Assad.
“Israel podría aumentar sus fuerzas en los Altos del Golán o cerca de ellos y, al hacerlo, desviaría a fuerzas del régimen (en su tarea) de reprimir a la oposición. Esta postura podría generar miedos en el régimen de Assad de una guerra de frentes múltiples, particularmente si Turquía está dispuesta a hacer lo mismo en su frontera y si la oposición siria está siendo alimentada con una dieta sensata de armas y entrenamiento. Tal movilización quizás podría persuadir al liderazgo militar sirio para retirar a Assad con el fin de auto preservarse. Los defensores argumentan que esta presión adicional podría inclinar la balanza contra Assad en Siria, si otras fuerzas fueran alineadas apropiadamente”, señala el reporte en la página seis.
Ambos factores, el posicionamiento de Israel en los Altos del Golán y las acciones hostiles de Turquía en la frontera, se encuentran en pleno desarrollo.
“El acto inmediato e injustificado de agresión militar de Turquía, junto a condenas hasta la médula de Estados Unidos, posee todas las marcas de un evento orquestado – o por lo menos, de un intento de aprovechar de forma oportunista un incidente para acelerar engañosamente la agente geopolítica colectiva de occidente”, escribe Tony Cartalucci.
“Siria claramente no tiene interés en amenazar la seguridad de Turquía, ni razones para atacar territorio turco, lo que con seguridad dará la excusa que la OTAN ha estado buscando para intervenir directamente en nombre de sus vacilantes terroristas clandestinos”, enfatiza el columnista.
Haces meses que comenté, que sólo a través de Turquía iban a desestabilizar para hacer caer a Bashar al-Assad.
Mi ex es sirio y hace un tiempo que no sé nada de él.
Malditos sionistas, masones!!
L.