Rusia y China se oponen a resolución de la ONU contra Assad
Siria “se enfrentará firmemente a sus enemigos”, así ha asegurado este martes el embajador sirio ante la ONU, Bachar Jaafari, acusando a los poderes occidentales y a la Liga Árabe de «fomentar la crisis».
En declaraciones en el marco de las discusiones en la ONU sobre una posible resolución contra Damasco, Jaafari ha acusado a Estados Unidos y sus aliados occidentales de tratar de conquistar un nuevo territorio con sus posiciones, ya que según ha dicho desean «volver al colonialismo y la hegemonía».
De igual manera, ha rechazado rotundamente cualquier responsabilidad del gobierno sirio en la crisis que atraviesa el país desde mediados del pasado marzo.
Por su parte, la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, ha acusado al gobierno de Bashar al-Asad de llevar a cabo violencias contra la población civil, algo que, a su juicio, «está claro».
La jefa de la diplomacia norteamericana, que teme una posible guerra civil en Siria, ha urgido a los 15 países representados en el principal órgano de toma de decisiones de la ONU a respaldar el plan de la Liga Árabe, que insiste al mandatario sirio traspasar el poder a “su número dos”.
En esta misma línea, el canciller británico, William Hague, junto con su homólogo francés, Alain Juppé, han subrayado ante el Consejo que las potencias no quieren una intervención militar como la ocurrida en Libia.
Hague ha asegurado que la resolución debatida «no llama a la acción militar y no podría ser usada para autorizarla», mientras que Juppé ha calificado de mito esta hipotética intervención.
Por su parte, el embajador de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin, ha expresado su firme disconformidad al proyecto de resolución debatido en el Consejo de Seguridad, que pide la renuncia del presidente sirio.
«No podemos interferir en un conflicto interno», ha destacado Churkin, quien ha enfatizado en la necesidad de un consenso “posible y necesario”, a la vez que ha asegurado que las propuestas rusas para resolver la crisis siria son positivas.
El Gobierno de China, por su parte, ha anunciado que se opone al uso de la fuerza para resolver la crisis en Siria y ha argumentado que esta opción viola «las normas básicas que rigen las relaciones internacionales», según ha informado la agencia de noticias china Xinhua. En este sentido, China ha especificado que el uso de la fuerza violaría «el propósito y los principios de la Carta de Naciones Unidas».
En este sentido, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil Al Araby, ha hecho hincapié en la necesidad de adoptar una «acción rápida y decidida», sin embargo, el primer ministro qatarí, Hamad bin Jassim al Thani, ha solicitado la aplicación de presiones económicas concretas contra la nación siria, no obstante, ha corroborado que tales mensajes no significan el apoyo a una intervención militar en Siria.
Pese a la voluntad del gobierno sirio para solventar la crisis que se ha cernido sobre la nación árabe, la injerencia de ciertos países árabes y occidentales en asuntos internos de Siria ha obstaculizado la salida de la crisis. El gobierno de Damasco responsabiliza a grupos terroristas, financiados desde el extranjero, de estar detrás de los disturbios.
Un informe presentado a mediados de este mes por la misión de observadores de la Liga Árabe (LA) sobre la situación en Siria confirmó la existencia de los grupos armados que llevan a cabo actos de violencia contra militares, civiles y dependencias estatales.
gringolandia son los malditos flaites del mundo,saben muy bien que con las guerras alteran el planeta para sus putrefactos planes hijos de perra.