La agroecología como respuesta al modelo convencional de producción de alimentos en Chile
La agricultura cumple un rol societario fundamental, producir alimentos, cuestión esencial al momento de cuidar y preservar la vida y los bienes naturales, sin embargo, el actual modelo de producción de alimentos confronta a mi juicio una seria e irreversible crisis ambiental, de no mediar cambios profundos y radicales en la forma en que actualmente nos relacionamos con la naturaleza durante el proceso de producción de bienes alimenticios.
En Chile el modelo de producción agrícola es el resultado de la aplicación acrítica que deviene de la “revolución verde” de mediados del siglo XX (décadas del 50 y 60), período en el cual la agricultura surge nuevamente como mercado para innovaciones que aparecieron con intenciones destructivas. Insumos derivados de la industria química que se crearon para ser aplicados desde un avión para destruir las cosechas del enemigo, posteriormente se utilizaron como herbicidas en la agricultura, por ejemplo: el 2-4 D, el 2-4-5 T, el MCPA y otros.
La agricultura convencional, basada en el uso de fertilizantes y plaguicidas químicos, el monocultivo (cultivo de grandes extensiones de terreno con una misma especie) y por ende la pérdida de biodiversidad, el uso de suelos sin aptitud de cultivo, cuestión que ha derivado en una de las principales causales de la erosión de los mismos, el uso irracional de enormes volúmenes de agua para “producir” alimentos, en detrimento de la satisfacción básica de vastos sectores de la población- agua para la vida y para servicios higiénicos -, la introducción de cultivos genéticamente modificados y su permisiva “norma”, todas y cada una de estas prácticas “agrícolas” que se realizan a lo largo del territorio, no se condicen con la necesidad de preservar y conservar el medio natural, y por ende garantizar la satisfacción de las necesidades alimenticias de las generaciones presentes sin comprometer la satisfacción de las mismas necesidades de las generaciones futuras.
La ciencia y la práctica de la agroecología son tan antiguas como los orígenes de la agricultura y la domesticación de los animales, aunque el uso contemporáneo del término es muy reciente, si recurrimos a la historia, la agroecología es en rigor el intento de combinar agronomía con ecología, resignificando la agroecología como aquella parte de la ecología que tiene por objeto de estudio los sistemas agrícolas de cualquier tipo y nivel jerárquico.
Conceptualizaciones en desarrollo sostienen que la agroecología incorpora ideas de la agricultura desde la perspectiva del ambiente, y centradas no sólo en la producción, puesto que incorpora la sostenibilidad ecológica, económica y social del sistema agrícola.
En rigor, la agroecología es una disciplina científica, interdisciplinaria y transformadora del modelo actual de “hacer agricultura”, incorpora el enfoque de sistemas, multidisciplinario y participativo, releva la importancia de la agricultura no sólo desde la perspectiva productiva. La agroecología es la base teórica de la agricultura sostenible, plantea sustituir el paradigma de maximixar rendimientos y beneficios, por el de equilibrar la productividad con la equidad social y la conservación de los bienes naturales, es decir, optimizar el agroecosistema en su conjunto. Del mismo modo, la agroecología propone establecer formas de producción y consumo que contribuyan a encarar la crisis ecológica y social, y con ello a restaurar el curso degradado y alterado de la coevolución social y ecológica.
La agroecología a diferencia del modelo convencional de producción de alimentos, coloca el énfasis en el todo abordando las problemáticas agrícolas como totalidades, empleando para ello tecnologías integradas, las que utiliza de acuerdo a la realidad local.
La Agroecología no prioriza la mirada química/reduccionista para enfrentar los problemas de “producción de cultivos”, dado que cuenta con un “arsenal” de metodologías integrales de producción y preservación del medio natural del tipo: Culturales, Mecánicas, Físicas, Bioquímicas, Biológicas y Orgánicas.
La gravedad del deterioro ambiental a nivel local y planetario, la contaminación, sequía (estructural), usurpación y pérdida de bienes naturales (biodiversidad, suelo, agua, flora y fauna nativa) supone un enorme desafío para la preservación de la vida, desafío que el actual modelo convencional de producción de alimentos no puede ni quiere superar, dado que es funcional al modelo extractivista que existe en todo el territorio.
Superar la situación actual sólo será posible promoviendo el desarrollo de la ciencia agroecológica como la base científica, técnica y metodológica necesaria para la implementación de una estrategia de desarrollo agrícola sostenible, que privilegie la Soberanía alimentaria, la Conservación de los bienes naturales y Biodiversidad y que empodere a las comunidades que habitan el medio rural.
Por Rodrigo Mundaca