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¿Qué es lo que esconde Sebastián Piñera?

Cuando se iniciaba en los negocios Sebastián Piñera, un desfalco en el Banco de Talca lo convierte en prófugo por casi un mes. La justicia lo buscaba por estafa, infracción a la Ley de Bancos y otros cargos; los que terminaron arruinándole la carrera a sus socios. Esta semana su empresa familiar, Bancard, excluyó deliberadamente los correos electrónicos de su hijo Sebastián Piñera Morel con el gerente de la firma, Nicolás Noguera, en la entrega voluntaria exigida por la Fiscalía.

La investigación dirigida por el fiscal regional Oriente Manuel Guerra solicitó a Bancard toda la información disponible sobre los movimientos de la empresa que administra el patrimonio de Piñera con el fin de indagar la eventual comisión de ilícitos, tras destaparse las inversiones del ex presidente en la pesquera peruana Exalmar.

Los negocios del clan Piñera en el exterior eran administrados por la sociedad de inversiones Bancard. A través de dicha entidad, a cargo de su hijo, compró acciones de la pesquera peruana Exalmar entre noviembre de 2010 y febrero de 2011. Piñera se hizo con el 9,10% del capital total de la pesquera, lo que lo convirtió en su segundo mayor accionista, con una participación valorada en US$9,27 millones.

Piñera dijo que se entregó la “información pertinente” y que “no hay ocultamiento de información». Entonces ¿por qué omitir los correos electrónicos entre miembros de su familia y Bancard?

El prontuario judicial del ex mandatario da luces sobre si realmente dice la verdad, o está ocultando algo, como tantas otras veces.

SALVADO POR MÓNICA MADARIAGA

Piñera gusta en relatar su biografía de esfuerzo personal siendo hijo de un funcionario público. Sus primeros negocios fueron como socio de Carlos Massad, Raúl Sáez, la familia Calaf Palet y Álvaro Donoso Flores, todos muy cercanos a la DC y colaboradores de la dictadura a fines de los ’70. Con ellos estrena la sociedad Ingeniería Financiera y Comercial Ltda., Infinco, al mismo tiempo que se desempeñaba como gerente del Banco de Talca entre 1979 y 1980.

En dicho banco estrenó Bancard, idea copiada de EE.UU. y pionera en Chile como administradora de tarjetas de crédito. En 1982 la Superintendencia de Bancos entabló una demanda criminal en contra de Piñera y los otros ejecutivos del Banco de Talca por delitos de defraudación (estafa), infracción a la Ley de Bancos y otros cargos. La causa se abre en el 2º Juzgado del Crimen de Santiago y se dictan órdenes de aprehensión por haber utilizado el capital y reservas del Banco de Talca, estimado en 40 millones de dólares, y dar préstamos a empresas de papel creadas por los mismos gerentes por un total de 250 millones de dólares. Para ello inventaron 150 sociedades ficticias que les permitían para hacer los traspasos.

Sus socios Miguel Calaf y Alberto Danioni cumplieron tres años de cárcel, lo que arruinó sus carreras como ejecutivos. Pero el cabecilla de la banda, Sebastián Piñera, se escondió por 24 días hasta presentar un recurso de amparo acogido por la Corte Suprema cuando ya había movido los hilos para salir del embrollo. Para eso se valió de la intervención de la ministra de Justicia de Pinochet, Mónica Madariaga, quien cuenta haber intervenido para que no fuera preso a instancias de José Piñera, ministro del Trabajo de la dictadura y hermano del prófugo.

USANDO INFORMACIÓN PRIVILEGIADA

La privatización de las empresas estatales iniciada por la dictadura fue aprovechada por Piñera, quien a los pocos años de venderse a un precio ínfimo a su valor Lan Chile, la adquiere junto a la familia Cueto (31,8%). El ex mandatario figuró con un 26,4% de la propiedad.

En 2007 la Superintendencia de Valores y Seguros multó al candidato a pagar UF 19.470 ($428 millones) por usar información privilegiada al comprar 3 millones de acciones de la compañía, avaluadas en 18 millones de dólares, equivalentes al 1% del total accionario.

La operación la hizo a través de Inversiones Santa Cecilia, luego de incorporarse al directorio de Lan, y un día antes que la compañía anunciara sus resultados correspondientes al segundo trimestre de 2007. Piñera se apropió así del 1% de las acciones, reportándole la operación unos 700 mil dólares. Las ambiciones presidenciales de Piñera hicieron esa vez que a regañadientes aceptara pagar la multa y evitar un proceso mayor.

También cuando integraba el directorio de Lan, Piñera tuvo que pagar la multa cursada por la agencia aeronáutica de Estados Unidos por colusión, junto a otras 30 compañías, para abultar los cobros de carga por combustible. La multa, de USD$ 88 millones ($52.800 millones) la pagó sin reclamo.

El abuso de información privilegiada, especulación accionaria y audaces golpes económicos fueron los ingredientes del ascenso de la fortuna de Piñera en los años siguientes. Su patrimonio sube y sube hasta alcanzar US$ 1.200 millones, pocos meses antes de ser candidato a la presidencia de la derecha chilena, según la revista Forbes. En ese momento el empresario estaba en el lugar 701 del listado de fortunas más grandes del mundo.

Hasta convertirse en presidente, Piñera aplicó la estrategia de diversificar sus inversiones en varios rubros. Sin escrúpulos ha tenido participación en la industria de AFP y en las farmacias coludidas. Hasta antes de dejar sus acciones en fideicomiso, mantenía un 1% accionario en Provida y un 0,7% en Habitat. Además, el diputado Jaime Mulet lo acusó en 2008 de poseer 87 mil acciones en la AFP Bansantander; 411 mil en Cuprum; 129.515 en Plan Vital y 641 mil en AFP Santa María.

Ya en el gobierno, Piñera nombra de canciller a quien se desempeñaba hasta ese momento como gerente de Ripley Perú, Alfredo Moreno. También empresario, se crió en el Banco de Chile de los Luksic y después se fue al retail. Es decir, es un gerente antes que un diplomático. Su especialidad eran las inversiones en el exterior y no política exterior. A fines de 2012 a Moreno le correspondió coordinar la defensa de Chile ante los alegatos en la Corte Internacional de Justicia por el diferendo sobre el límite marítimo con Perú.

Ya fuera del gobierno Moreno volvió a sus negocios, ocupando la presidencia de Penta, tras la salida de Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín por el caso de financiamiento irregular de los partidos de derecha. Hace pocas semanas el nombre de Moreno sonó para presidir la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) en reemplazo de Alberto Salas.

Tanto para Moreno como canciller, y Piñera como presidente, el paso por el Ejecutivo les significó acceso a información privilegiada, el poder encargar estudios con fondos públicos y vislumbrar con una sonrisa qué harían después de dejar el gobierno.

Piñera, una vez fuera de la Moneda, entró en el grupo de las cinco fortunas de Chile, estimándose su patrimonio en US$2.500 millones. Un 72% de dicho monto está colocado en el extranjero, es decir, unos US$1.800 millones.

EL MIEDO DE PIÑERA

El abogado querellante por el caso Bancard, Boris Paredes, ante la falta de los correos entre Piñera Morel y el gerente de Bancard, pidió el viernes pasado a la Fiscalía la declaración de Cecilia Morel, Magdalena Piñera y Sebastián Piñera Morel. La situación complica cada vez más al ex mandatario, quien salió en la semana a decir que «cuando la familia siente que la atacan en forma injusta, por supuesto que se resiente. Le pasaría a cualquier familia, en cualquier parte».

El abogado Paredes, consultado por El Mostrador, afirmó que “entre todos los integrantes de la empresa, figuran los hijos del señor Piñera porque eran parte del directorio. Queremos de esta forma esclarecer el nexo entre Piñera y sus familiares mientras estaban en Bancard y ésta hacía negocios”.

También durante las últimas semanas, el ex presidente Sebastián Piñera fue el más tajante en pedir expulsar del país a lo que denominó como ‘bandas de extranjeros que delinquen’, sumándose así a la cortina de humo levantada por la derecha. Y es que realmente el candidato está preocupado y necesita desviar el foco de las luces posadas sobre él. De investigarse a fondo la denuncia, se ventilarían importantes cosas sobre la gestión de la fortuna de Piñera y de cuanto realmente respeta la ley. ¿O acaso Piñera está pensando en irse del país?

Por Mauricio Becerra R.

@kalidoscop

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