Coroneles vinculados a accidente en Juan Fernández siguen trabajando en la FACH
En difícil posición frente a La Moneda quedó la Fuerza Aérea de Chile tras la polémica suscitada por los gastos erogados en la ceremonia de cambio de mando que nombró al general Arturo Merino Núñez como nuevo comandante en Jefe de la institución, el doble de lo cancelado en la transición del gobierno de Bachelet al actual.
Las críticas realizadas por el presidente Sebastián Piñera en torno a la inversión de 438 millones de pesos para el despliegue de aviones en el evento dejó inconformes a ex oficiales del aire como Ricardo Ortega, mandamás de la FACH entre 2006 y 2010, quien señaló que el monto estaba considerado en el presupuesto. «No es justo, no me gusta que nos estén basureando», expresó.
Ortega, quien fue denunciado a la Contraloría por el equipo de abogados «Defender Group» al seguir utilizando un vehículo institucional con fines particulares -lo mismo que dicho ente fiscalizador objetó respecto a los ex generales directores de Carabineros que gozaban del beneficio-, tuvo que recular, ya que Piñera ordenó evitar futuros episodios que afectaran la política de austeridad impulsada desde Hacienda.
El hecho no ha sido el único que ha llegado al escritorio del ministro de Defensa Alberto Espina, como tema prioritario a resolver en el marco de la agenda de probidad y transparencia anunciada con bombos y platillos para responder a la crisis de credibilidad que afecta a las Fuerzas Armadas luego del Milicogate y otros casos, como el de FAM, los paquetes turísticos y el tráfico de armas admitido por el propio jefe del Ejército, general Ricardo Martínez.
En una sesión del Senado a raíz de la divulgación de esos dichos de Martínez, y frente a una consulta del senador Alfonso de Urresti (PS) en torno a la contratación de familiares de altos oficiales de la FACH en el hospital de la institución, Espina reconoció que la situación se está revisando.
En la misma línea existen cuestionamientos a la prolijidad con la cual se está recontratando a personal en situación de retiro. Según fuentes consultadas por Verdad Ahora hay un caso ejemplar que grafica lo anterior: la permanencia en la FACH del coronel de Aviación Luis Acuña Robertson, quien sigue trabajando como civil, ligado al Centro de Medicina Aeroespacial.
Acuña aparece mencionado en la lista de oficiales sancionados por diversas responsabilidades en el accidente del Casa 212 por el cual fallecieron 21 personas, entre ellas el animador de TVN Felipe Camiroaga, empleados del canal y el empresario Felipe Cubillos, hermano de la actual ministra de Educación, Marcela Cubillos.
Según Cooperativa, Acuña fue sancionado con «un día de arresto militar por su inadecuada supervisión sobre las actividades logísticas y administrativas del Grupo de Mantenimiento del Ala Base de la V Brigada Aérea».
Una situación parecida se informó a este medio respecto al ex comandante del Grupo de Aviación N° 8, César Pineda Troncoso, uniformado que no cumplió «cabalmente sus obligaciones» en el desastre y quien estaría destinado fuera del país.
La viuda del cabo segundo de la FACH Flavio Oliva, víctima del hecho, denunció en 2011 que Pineda ordenó a uno de sus subalternos entregarle mensajes de amenazas durante el periodo inicial de la investigación sobre el desplome de la aeronave.
Por Matías Rojas