Investigarán rol de Chadwick en supuesta asociación ilícita para montar atentado
El Sexto Juzgado de Garantía de Santiago decidió acoger a trámite una querella criminal interpuesta en contra de quienes resulten responsables por los supuestos delitos de colocación de artefacto explosivo y asociación ilícita terrorista.
Lo anterior en virtud de una nueva hebra del caso Huracán que apuntaría a montajes realizados por la inteligencia de Carabineros, en aparente complicidad con funcionarios del Ministerio Público, para infiltrar y desmantelar una «célula revolucionaria» que operaba en Villa Francia, comuna de Estación Central, lo que habría implicado la instalación de una bomba.
La presentación está suscrita por los abogados Nicolás Toro, Washington Lizana, María Magdalena Rivera y Betsabé Carrasco de la Defensoría Popular.
Parte de la información que respalda la denuncia estaría contenida en el celular incautado al ex jefe operativo de la Unidad de Inteligencia Operativa Especializada (UIOE) de La Araucanía, Patricio Marín Lazo, quien tenía comunicación directa con el fiscal jefe de Rancagua, Sergio Moya Domke.
Ambos tienen hoy calidad de imputados en el marco de la investigación que realiza el persecutor regional de Aysén, Carlos Palma, sobre la eventual falsedad de los informes de inteligencia que motivaron la detención de ocho comuneros mapuche en septiembre del año 2017.
Allí, según relata el libelo a partir de dos reportajes publicados por Ciper y El Desconcierto, aparecen chats de WhatsApp entre Moya y Marín, donde el primero envía al mayor de Carabineros la cédula de identidad de una «informante» que estaba aportando antecedentes a la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, presentándose como una ex militante del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR).
COMANDO PIÑERA
De acuerdo a las citadas investigaciones periodísticas, la mujer -identificada con las iniciales E. R.- había iniciado su relación con el ente persecutor en medio de la campaña presidencial de 2017, luego de sostener un encuentro privado con la actual ministra de la Mujer y Equidad de Género, Isabel Plá, y el hoy ministro del Interior, Andrés Chadwick, quien la habría derivado con Emiliano Arias y Sergio Moya, fiscales de O’Higgins.
«Chadwick le dice a Isabel Plá que me lleve a Rancagua. Ahí es cuando yo me entero que es Emiliano Arias quien me recibirá y que no era un fiscal común y corriente, sino que el fiscal regional. Me atendió él y el fiscal Moya. Isabel Plá se quedó afuera. Estuvimos unas dos horas en esa reunión», comentó E. R. en una entrevista con El Desconcierto, explicando que entregó datos «de los mapuche» y «de Villa Francia», tras lo cual comprometieron darle apoyo.
«Una semana después voy de nuevo y ahí me atiende solo Moya, quien me había llamado por teléfono entre medio, y me pregunta más cosas. En la reunión con Moya, me dice que yo no iba a seguir más ahí y que me había conseguido un nuevo fiscal, en Santiago. También me dice que la información que yo le había dado (sobre los mapuche) coincidía con la que él tenía, por lo que ahora debía entregar información sobre Villa Francia en la Fiscalía Centro Norte (de Santiago). También me indica, en esa oportunidad, que mi protección iba a estar bajo Carabineros», relató al portal de noticias.
A raíz de ello le habrían presentado al fiscal centro norte, Omar Mérida. «(Él) me dice que nos olvidemos de los mapuche, que a él le interesaba la Villa Francia. Necesitaba saber dónde estaba el barretín de Ramiro (Mauricio Hernández, del FPMR), él sabía que yo tenía información… Lo único que quería el fiscal Mérida era incautar armas. Él me puso como testigo protegida y logró que me cambiaran de domicilio como seis meses», contó.
En su reveladora conversación con la prensa, E. R. añadió que la instrucción dada por Mérida era «que me metiera (en las organizaciones de Villa Francia) para que lo fuera informando», y que incluso en una oportunidad, previo al «cagazo con la Operación Huracán», le pidieron accionar «una bomba de contacto».
«Los carabineros me lo piden por Mérida. Me dicen que el fiscal dijo que necesitaba que yo pidiera que me prepararan una bomba y que ellos me indicarían dónde ponerla, que filmarían y me pasarían los materiales. Los carabineros me siguieron en todo momento y me dijeron que la dejara en una plaza, en Las Rejas. Hubo una detonación controlada y luego se la llevaron al Gope de Cerrillos y ahí analizaron el material y recuerdo que dijeron que tuvo una reacción positiva, una explosión positiva. Estaba Mérida ahí», señaló.
DE NUEVO LA UIOE
En opinión de los querellantes, el relato da cuenta que «se podría haber formado una asociación absolutamente irregular entre el señor Andrés Chadwick, Isabel Plá, los fiscales Emiliano Arias, Sergio Moya, Omar Mérida, parte de la inteligencia del cuerpo de Carabineros de Chile y la informante, quien era miembro de una célula activa» del Frente.
La sospecha se cruza con otro mensaje encontrado en el celular del mayor Marín, fechado el 29 de diciembre de 2017, donde el entonces integrante de la UIOE avisa a Moya que «(el fiscal Omar) Mérida mañana va a reventar un tema de la Villa Francia con la informante (…) y bombas», a lo que Moya contesta «ojalá le resulte».
Lo indicado «coincide plenamente con la detención en Villa Francia, comuna de Estación Central, el día 3 de enero del 2018, de Tomás Montenegro Astudillo, Carla Garay Merino, Fernando Droguett Quintana y Gonzalo Toro Fernández, por infracción a la Ley de Control de Armas, 17.789, en el marco de la conmemoración del décimo aniversario del asesinato del joven mapuche Matías Catrileo en esa población… de quienes los acá firmantes somos sus abogados defensores».
Al resolver la admisibilidad, «atendido el tenor estricto del relato de los hechos contenidos en la querella», el juez de Garantía, Juan Enrique Olivares Urzúa, dispuso enviar los antecedentes directamente al fiscal nacional Jorge Abbott.
Dentro de las diligencias solicitadas se encuentra otorgar una orden de investigar a la PDI, además de tomar declaración como testigos a los ministros Chadwick y Plá, a los fiscales Arias, Moya y Mérida, y al ex oficial de inteligencia Patricio Marín.
Por Matías Rojas