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El optimismo económico del «efecto Trump» no es tan real como parece

En el plano interno, las decisiones anunciadas para el gobierno venidero de Donald Trump proyectan un fortalecimiento de la industria y el empleo nacional. Pero hasta ahora, el optimismo y los números positivos que se han visto en las bolsas de Wall Street surgen de una mera especulación que contradice lo que se vive en la economía real, tanto en Estados Unidos como en el mundo.

La tormenta financiera sigue delante de nosotros: la situación se ha deteriorado más, con el incremento de las tasas de interés, que en algunos casos registran cifras récord.

Esto ha provocado que los créditos (para empresas, hipotecarios, para estudios, de consumo, entre otros) se encarezcan, por lo que al largo plazo, la inflación general sufrirá un aumento. También disminuirá la cantidad de dinero circulante, ya que los bonos nacionales suben su tasa, lo que atrae a inversionistas como grandes bancos. Éstos preferirán este medio seguro de inversión, que ahora contará con un mayor retorno, sin «apostar» por mercados como los créditos hipotecarios, de empresas, de estudios, entre otros.

Lo que sucede en Europa

Una reforma al mercado europeo que comenzó este 14 de octubre pedirá a los prestamistas bancarios crear fondos de reserva de liquidez, para ayudar a la industria a afrontar crisis como las ya ocurridas. Esto encarecerá sus operaciones, ya que tendrán que tener fondos para contrarrestar turbulencias como las de 2008, para así no derrumbarse.

Asimismo, alrededor de un billón de dolares (un millón de millones) han sido trasladados a inversiones más seguras, como bonos del banco central estadounidense, según estimó Bloomberg en octubre, previo a las elecciones presidenciales.

Esta falta de liquidez ha disparado el LIBOR. Desde la crisis de 2008 que la tasa interbancaria de Londres no había aumentado tanto. A comienzos de año, el LIBOR estaba en 0,61. Poco antes de los comicios en EEUU, se situó en 0,87, lo que significó un aumento de un 42%.

Muchos especulan sobre el efecto que tendrá en la tasa interbancaria esta nueva regla. Goldman Sach predice que la tasa LIBOR llegará a 3,6% a fines de 2019. La situación podría revertirse si los bancos encuentran nuevas fuentes de financiamiento.

La situación estadounidense

El magnate Donald Trump iniciará su gobierno en un escenario económico bastante deteriorado, con altísimo nivel de deuda nacional que alcanza ya los 19,9 billones de dólares.

También en EEUU, el retail ha sufrido una crisis gigantesca. Reuters informa que los inversores de esta industria perderán miles de millones de dólares.

Los ciudadanos pasan además por un profundo malestar financiero. Un 35% registra deudas que vencieron hace 180 días, mientras que 7 de cada 10 estadounidenses cuentan con menos de mil dólares en ahorros. También las corporaciones de este país han visto duplicado su nivel de deuda desde finales de 2007.

El efecto Trump

La victoria de Trump ha generado una fuga masiva de inversionistas de los bonos nacionales a nivel global a invertir en el mercado de acciones, viendo que el programa del republicano fortalecerá la industria nacional y el empleo. Esto ha hecho aumentar la inflación, lo que ha disparado a su vez los bonos del tesoro en EEUU.

De forma récord, los bonos del tesoro a 10 años han subido a 2,36%, aumento de un punto porcentual completo desde julio de este año. Se prevé que la Reserva Federal suba la tasa de interés a finales de año. Si esto ocurre, todos sentirán el efecto. Los créditos serán más caros a como vimos al comienzo.

Si Estados Unidos no controla bien la inflación por efecto de impulso a la economía – hasta ahora, más que un impulso se ven repercusiones de los especuladores que se han amontonado en masa en las bolsas de Wall Street – el panorama se volverá adverso. De por sí, la producción industrial lleva una contracción de 14 meses seguidos.

Las alertas

Antes de la votación, el banco internacional HSBC había emitido una alerta roja, llamando a sus clientes a prepararse para una severa caída en el mercado de acciones. Ya el 30 de septiembre la entidad advirtió que estaban en alerta naranja, acercándose a las condiciones que dieron pie al desplome de 1987.

El banco Citi también subrayó las similitudes de los movimientos de la bolsa a lo que ocurrió justo antes del crash de 1987.

El Fondo Monetario Internacional es otro que ha dado que a hablar tras instar a los gobiernos a tomar acciones, puesto que la deuda global ha alcanzado los 152 billones de dólares, equivalente al 225% del PIB mundial, lo que podría provocar una nueva crisis económica.

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