La dudosa muerte del médico que investigaba la relación entre autismo y vacunas
Ha pasado un año desde el fallecimiento de Jeffrey Bradstreet, médico destacado por su escepticismo hacia las vacunas y por la investigación que desarrolló en torno a los posibles vínculos de algunas de ellas con el autismo. El profesional fue encontrado muerto en un río de Carolina del Norte con una sola herida de bala.
Según Julie Wilson de Natural News, el científico trabajaba en un estudio cuyos resultados podrían revertir el autismo y enfermedades como la diabetes y el cáncer.
Dada la naturaleza de la investigación de Bradstreet, sumado a un registro efectuado en su oficina por funcionarios de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) poco antes de su muerte, la familia del doctor contrató los servicios de un investigador privado a fin de aclarar lo que inicialmente se catalogó como un «suicidio».
En una entrevista reciente de la productora del documental Vaxxed, el hermano de Jeffrey, Thom Bradstreet, y su esposa Candice, revelaron los últimos hallazgos de la investigación.
Thom aseguró que tuvo la oportunidad de leer exámenes forenses que descartaron la teoría del suicidio.
“Lamentablemente hay una investigación en curso, por lo que no hay mucho que podamos compartir… Pero, por la forma en que la bala entró al cuerpo, es casi imposible que un individuo haga eso, y fue de tan lejos que no dejó huellas ni una marca importante ni nada parecido”, afirmó.
El hermano del investigador precisó que esperan tener seguridad científica de cómo ocurrieron los hechos antes de arribar a conclusiones sobre la identidad exacta de los terceros potencialmente involucrados en el crimen. Sin embargo, las sospechas claramente apuntan a la industria farmacéutica.
“Lo triste es saber que existen todos estos pacientes allá afuera, pacientes de Jeff o que fueron recientemente fueron diagnosticados. ¿Adónde irán? ¿Hacia dónde irá el mundo del autismo sin Jeff Bradstreet?”, cuestionó Thom.