Contrabandista mexicano: Trafiqué cocaína para el gobierno de EE.UU.
El “coordinador logístico” de una importante pandilla narcotraficante mexicana, responsable de comprar el jet de torturas de la CIA que se estrelló en 2007 con cuatro toneladas de cocaína a bordo, contó a la Corte de Distrito de EE.UU. para Illinois, en Chicago, que ha estado trabajando durante años como un agente del gobierno estadounidense.
Jesús Vicente Zambada Niebla es el hijo de Ismael “El Mayo” Zambada García, uno de los altos líderes de la organización de narcotráfico Sinaloa. Niebla fue arrestado en México en marzo de 2009 y extraditado a los Estados Unidos para enfrentar un juicio en febrero.
“La condena contra Zambada Niebla sostiene que él sirvió como el ‘coordinador logístico’ para el ‘cartel’, ayudando a supervisar la operación que importó a EE.UU. ‘grandes toneladas de cocaína… usando varios medios, incluyendo una aeronave de carga Boeing 747, una aeronave privada… buses, ferrocarriles, trailers de tractor, y automóviles”, escribe Bill Conroy de Narcosphere.
En una declaración de dos páginas, archivada por la Corte de Distrito de EE.UU. para el Distrito Norte de Illinois en Chicago, Niebla afirma que trabajaba en nombre, y con la autoridad de, “El Departamento de Justicia de EE.UU., la Administración de Manejo de Medicamentos (DEA); el Depto. Federal de Investigación (FBI); y el Depto. de Homeland Security, Manejo de Inmigración y Aduanas (ICE), desde el 1 de enero de 2004.
Niebla también está conectado con el jet Gulfstream II que se estrelló con cuatro toneladas de cocaína el 24 de septiembre de 2007. Investigadores europeos relacionaron la patente del avión, N987SA, con antiguas operaciones de “rendición” de la CIA. La boleta de compra del jet Gulfstream, vendido semanas antes del accidente, enlistaba el nombre de Greg Smith, un piloto que había trabajado previamente para el FBI, la DEA y la CIA.
El avión fue comprado por el cartel de Sinaloa a través de un sindicato de narcotraficantes colombianos que incluyeron a un agente de la CIA llamado Nelson Urrego, según reveló otro miembro de la CIA, Baruch Vega, que estuvo involucrado en la negociación.
“El jet Gulfstream II, según autoridades mexicanas, estaba entre un número de aeronaves adquiridas por la organización de drogas de Sinaloa mediante un elaborado sistema de lavado de dinero que involucraba una cadena de casa de cambios mexicana, supervisada por el presunto agente de la organización… Pedro Alfonso Alatorre Damy, según el gobierno mexicano y reportes de medios estadounidenses”, escribe Conroy.
Sinaloa compró el jet enviando el dinero a través del gigante bancario estadounidense Wachovia, ahora subsidiaria de Wells Fargo. “En total, cerca de $13 millones de dólares pasaron a través de cuentas bancarias correspondientes a Wachovia para la adquisición de aeronaves a ser uutilizadas en el tráfico ilegal de narcóticos. Desde estas aeronaves, más de 20,000 kilogramos de cocaína fueron incautados”, afirma el acuerdo de enjuiciamiento diferido de Wachovia con el Depto. de Justicia de EE.UU..
Wachovia fue obligada a pagar una multa de alrededor de $160 millones de dólares por permitir que el dinero fuera lavado a través de sus cuentas bancarias.
“Los cargos criminales contra el narcotraficante colombiano Urrego, el sujeto acusado de lavar dinero, Damy, y el jefe de logística de la organización de Sinaloa, Zambada Niebla, se conectan con el jet de cocaína Gulfstream II”, resume Conroy.
Otro avión privado que estaba lleno de cocaína se estrelló en Nuevo México la mañana del domingo, pero el avión no ha sido identificado.
La afirmación de Niebla de que traficó drogas desde México a Estados Unidos mientras trabajaba con el gobierno adhiere mayor peso al ya voluminoso conjunto de evidencias que confirman que la CIA y gigantes bancarios de EE.UU. son actores importantes en el comercio global de drogas, avaluado en cientos de miles de millones de dólares por año; información hecha pública por tipos como Gary Webb, quien se asegura que cometió suicidio en 2004, a pesar de que fue encontrado con dos heridas de bala en la cabeza.