Agente de la oligarquía financiera supervisará llegada de Goldman Sachs a Chile

El banco de inversión que gatilló la crisis financiera de 2008 ha llegado a Chile. En febrero de este año, Goldman Sachs concretó su arribo al país en el marco de una estrategia de expansión hacia Latinoamérica. La entidad inició sus operaciones con un modesto capital de 289 millones de pesos.

El encargado de administrar las operaciones del banco será Timothy Kingston, miembro del Council on Foreign Relations (CFR).

Con sede en Nueva York, el CFR concentra a las figuras más poderosas del ámbito público y privado en la formulación de la política exterior estadounidense. Entre sus dirigentes se encuentra el ex secretario de Estado, Henry Kissinger, y el banquero David Rockefeller.

Además de pertenecer a esta organización elitista, Kingston desciende de una aristocrática familia que ha residido en Chile por cinco generaciones. El grupo administra actualmente los viñedos Kingston Family Vineyards en el valle de Casablanca. La página web de la sociedad revela que el patriarca de la familia, Carl Johnson Kingston, llegó a Chile a inicios del siglo XX “en busca de cobre y oro”.

Timothy figura también como miembro directivo de la Americas Society, entidad creada en 1965 por David Rockefeller que ha premiado, entre otros jefes de Estado, al ex presidente Ricardo Lagos. Los orígenes de este think-tank se remontan a los esfuerzos intervencionistas de las compañías más importantes de Estados Unidos en el continente.

En el presente, el Americas Society es encabezado por la ex banquera de JP Morgan y agente del CFR en Chile, Susan Segal, y el antiguo embajador de EEUU en Honduras y hombre de la CIA, John Negroponte.

Como un individuo cercano a estos círculos, el interés de entrometerse en la política también salpica a Tim Kingston. El sitio de investigación financiera Open Secrets reveló en 2011 que el ejecutivo de Goldman Sachs donó $2,500 dólares tanto a Barack Obama como al ex candidato republicano Mit Romney. Kingston declinó referirse a estas generosas contribuciones.

Las redes y tráfico de influencias de Goldman Sachs son evidentes para todo buen observador. Un artículo del columnista Paul Joseph Watson señala que «el gigante bancario internacional, conocido por su corrupción y tráfico de información privilegiada, ostenta ahora una influencia enorme sobre todas las economías occidentales del planeta.»

Por el directorio del banco han transitado Robert Rubin y Henry Paulson, ambos secretarios del Tesoro de Estados Unidos. A ellos se suma el actual gobernador del Banco de Canadá, Mark Carney, y la máxima autoridad del Banco Central Europeo, Mario Draghi.

De acuerdo al film “Inside Job” de 2011, Goldman Sachs es el principal responsable del desastre financiero de 2008.

A inicios del año pasado, un banquero de la entidad anunció que abandonaba su trabajo por el «ambiente tóxico y destructivo» en el que se desenvolvía. Greg Smith, escribiendo una columna en el New York Times, denunció que el directorio del banco habla frecuentemente sobre «estafar a los clientes», tratando a éstos como «marionetas«.