Escándalo en la Armada: Documentos comprobarían discriminación contra ex cabo
Hace más de un año, El Ciudadano contó la historia del ex cabo de la Armada Yusef Cifuentes, quien denunciaba ser víctima de una desvinculación arbitraria de la institución por supuestos problemas de salud mental que terminaron siendo refutados por peritajes del Instituto Médico Legal.
Las evaluaciones que dieron pie al retiro del denunciante fueron practicadas por el Hospital Naval y suscritas por el psiquiatra Rodrigo Varela, oficial de sanidad que calificó al funcionario como «no apto para el servicio» en virtud de observaciones hechas el 30 de septiembre de 2014 por la psicóloga clínica Carolina Burckhardt.
Usando el instrumento del MMPI (Inventario Multifásico de Personalidad de Minessota), Burckhardt no detectó anormalidades mayores. «Las Escalas Clínicas están todas en rangos normales, asintomáticos», redactó la profesional en su informe del 1 de octubre. Posteriormente, con motivo de la aplicación de un test de Rorschach a Cifuentes, Burckhardt agregó: «Perfil sugiere Trastorno de la Personalidad, tipo sociopático».
«La idea era inventarme una enfermedad y buscar la forma de echarme de la institución», manifiesta hoy el ex cabo, teniendo nuevos antecedentes a mano que ratificarían lo declarado en 2015 a este medio.
En esa oportunidad exhibió, como parte de un legajo de respuestas por Ley de Transparencia y otros documentos que respaldaban sus dichos, un pronunciamiento emitido por el Hospital Gustavo Fricke donde se afirma que el doctor Varela y la psicóloga Burckhardt erraron en su diagnóstico.
Valorando la jurisprudencia de la Corte Suprema en casos de funcionarios públicos que impugnaron despidos injustificados, Cifuentes evalúa presentar una demanda de nulidad de derecho público en tribunales civiles con el propósito de declarar ilegal todo lo obrado por la Armada. «En vez de curar a una persona, la terminan dañando más», afirmó.
«Despues que me fui de la Armada, esta institución, a través del Gobernador Marítimo de Valparaíso, capitán de navío Rodrigo Battuone, me ha perjudicado en la relación que tengo con mi hijo de tres años de edad. Esto se debe a que la madre de mi hijo y ex cónyuge, que es funcionaria de la Armada, ha utilizado a este señor oficial para entorpecer el régimen comunicacional que tengo con mi hijo, lo cual está regulado por un tribunal de familia, cambiando sus guardias para no dar cumplimiento a las visitas», agregó.
El Ciudadano tomó contacto con un ex oficial naval que podría dar fe de la discriminación alegada por Yusef Cifuentes en la parte médica.
Con el grado de teniente, F.M.M. se trató con los mismos profesionales que evaluaron al ex cabo y su diagnóstico fue más lapidario. «La mayoría de las Escalas Clínicas están elevadas sobre límites normales… Este perfil es muy anormal», escribió la psicóloga Carolina Burckhardt tras aplicarle el Test MMPI.
A diferencia de lo ocurrido con Cifuentes, el médico Rodrigo Varela propuso continuar con el tratamiento psiquiátrico del oficial y no comunicó a la Comisión de Sanidad de la Armada si era apto o no para continuar sirviendo en las filas. «¿Por qué conmigo el doctor Varela adoptó una postura más enérgica y decidió que yo debía irme de la Armada, si el caso era menos grave que el otro?», pregunta Cifuentes.
El diagnóstico de «trastorno de personalidad» realizado por Varela a F.M.M., considerado por la institución naval como una enfermedad no invalidante, fue luego cuestionado por el ex psiquiatra del Sename, Rodrigo Paz, quien apuntó a un «trastorno bipolar» del paciente. Bajo esta segunda opinión, correspondería que F.M.M. perciba una pensión de retiro por invalidez de segunda clase, algo que la Armada se ha negado a reconocer.
Este otro procedimiento que involucra al ex jefe de psiquiatría del Hospital Naval está siendo analizado, actualmente, por la Contraloría General de la República.
El Ciudadano pidió entrevistar al almirante Julio Lagos Kretschmer, director de Sanidad de la Armada que oficiaba como superior del doctor Rodrigo Varela cuando las presuntas irregularidades ocurrieron. Pese a contactarnos con el Departamento de Comunicaciones de la institución, no obtuvimos respuesta.