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Crisis en el Alto Mando de la PDI: La dura carta que circula entre detectives

Una verdadera crisis institucional es la que se está viviendo al interior de la Policia de Investigaciones de Chile. Malos tratos, indefensión laboral, falta de apoyo de los mandos e ineptitud de los mismos, son algunas de las críticas levantadas en contra de Marcos Vásquez Meza, director de la institución.

A continuación reproducimos una dura carta que circula entre policías, y que refleja la grave situación interna que atraviesa la institución:

Este Director General (DG), Marcos Vásquez Meza, es un sujeto inexperto, que hizo prácticamente toda su carrera en regiones, Chillán, Concepción, Antofagasta, Talcahuano y Cauquenes y es un desconocido entre los funcionarios. De la sola revisión de su curriculum público se desprende que sólo hizo cinco años como Detective Operativo, ya que los demás los cumplió en labores administrativas, vale decir, en planas mayores, como ayudante de jefes, como subjefe o jefe de unidades menores de regiones. En resumen, trabajó como policía operativo los primeros cinco años de su carrera como “Detective”. Su desconocimiento, falta de experiencia y confianza en los funcionarios, lo hizo rodearse de gente en la que confía, trayendo a trabajar con él a gran cantidad de funcionarios con un perfil similar al suyo, en su mayoría provenientes de Concepción y alrededores.

Luego del problema ocurrido en la BICRIM Pudahuel en 2012, al Director Vásquez, en su ignorancia, se le ocurrió pensar que una buena manera de evitar hechos como el ocurrido allí era designar como Jefe de la Región Policial Metropolitana a un “DURO”, con fama de intolerante, sancionador y maltratador con el personal, siendo elegido el Prefecto Luis Sandoval Monteiro. Este, también es del círculo del DG Vásquez, porque se conocen de Concepción, desde cuando Sandoval estuvo en la Brigada de Homicidios Concepción.

Una de las primeras medidas de Sandoval fue recorrer todas y cada una de las unidades de Santiago, amenazando con las penas del infierno al que se saliera de sus directrices, que eran que a contar de esa fecha, ninguna unidad local, BICRIM o Comisaría como se les llamaba antaño, podría realizar procedimientos policiales de propia iniciativa, de ningún tipo, con mayor razón por microtráfico de drogas, instruyendo al personal que en caso de encontrar a un sujeto con uno o dos papelillos de alguna droga, más conveniente era botar la droga que adoptar el procedimiento policial, todo con el fin de evitar problemas como el ocurrido en la BICRIM Pudahuel o conflictos con el Ministerio Público.

Lo anterior, lejos de mejorar la imagen o la gestión institucional, tuvo un efecto inhibitorio, porque los policías entendieron que ante cualquier problema ocurrido en un procedimiento policial, el respaldo de los mandos no existiría. Prueba de lo anterior es que en la totalidad de procedimientos en los que los funcionarios denuncian ser víctimas de infracción a la Ley Orgánica de la PDI., por distintos tipos de lesiones, ésta jamás se hace parte en los procesos, saliendo la mayoría de las veces los sujetos en libertad, sin oponerse la PDI a la forma errónea como la mayoría de las veces los fiscales presentan los casos a los Jueces o no recurre a las Cortes de Apelaciones ante las resoluciones de los jueces de primera instancia. Este efecto inhibitorio explica los paupérrimos resultados operativos de las antiguas Comisarías de la PDI., ubicadas en las distintas comunas de Santiago, transformándose sus Detectives en meros tramitadores de órdenes e instrucciones de los fiscales, la mayoría de las veces irrelevantes para una investigación.

Sumado al hecho que Sandoval, erróneamente y en contra del rol que la institución sabidamente tiene, apostó por la prevención, disponiendo para ello numerosos y extensos servicios de patrullaje, llamados PROCEPOL, vale decir, los detectives bajo el mando de Sandoval, están abocados a patrullar y no a investigar, idea que el Director General, en su desconocimiento, habría encontrado brillante, replicando los PROCEPOL o patrullajes a regiones, vale decir, hoy en día, todos los detectives de Chile son sólo patrulleros. El problema para Sandoval es que cuando él asumió la Región Policial Metropolitana, el caso de la Comisaría de San Ramón ya había ocurrido, hecho del que se supo bajo su mando y no sólo eso, con posterioridad habrían ocurrido dos casos más en la misma unidad, objeto de investigación administrativa y por parte del Ministerio Público. Lo anterior es la prueba del rotundo fracaso del estilo de mando de Sandoval y no sólo no dio resultados, si no que ha provocado una profunda crisis institucional, motivada por la falta de confianza y credibilidad de los subalternos en sus jefes superiores, la desmotivación y frustración por la que atraviesan los Detectives hoy.

Sandoval, sólo aspira a continuar en la institución, escalar a algún cargo de mayor relevancia o importancia y para ello, cualquier medio es valedero, aunque sea a costa de los propios funcionarios y la institución. Con todos estos antecedentes negativos, no se explica cómo el Director General, luego de los atentados con explosivos ocurridos en Santiago, designó a cargo de las investigaciones por parte de la PDI., al Prefecto Luis Sandoval Monteiro, la respuesta sólo la da lo expresado al principio, el desconocimiento, inexperiencia e incapacidad del Director General. En contra de toda lógica investigativa o método, una de las primeras medidas de Sandoval para investigar los bombazos, fue la creación de un Servicio Especial “Bombas”, más patrullaje, o sea, Procepol y Servicio Especial Bombas. Todo lo anterior, ha ocasionado un profundo malestar al interior de la institución, ya que los Detectives ven como se pierde terreno y se desvía a la institución de su rol fundamental, que es investigar delitos, siendo muy críticos con los mandos y la falta de apoyo.

Un comentario
  • Carlos
    10 noviembre 2014 at 12:11 pm -

    Desde Paredes en adelante, todos lis directores han trabajado con grupos humanos afines Para llevar a cabo sus funciones y siempre ha ocurrido lo mismo . Qué extraño tienen estas situaciones ahora. Las Redes Sicuales, ya que antes igual se sabia lo que pasaba porque nadie se atrevía a decirlo. Pero ahora con la virilizacion y escondidos en el anonimato divulgan actos que podrían corresponder en cierto grado a la realidad. Pero en la institución, siempre han existido seudos policial que tergiversan y/o distorsionan los hechos