Wikileaks cuestiona el fracaso de las policías en el ataque a Charlie Hebdo
Molestia expresó el fundador de Wikileaks, Julian Assange, luego de que un prestigioso medio británico lo culpara por el atentado perpetrado esta semana en Francia a las oficinas del periódico Charlie Hebdo.
El columnista Max Hastings, del Daily Mail, afirmó en una publicación que “Assange y Snowden han dañado la seguridad de todos y cada uno de nosotros, alertando a yihadistas y a Al Qaeda, enemigos mortales nuestros, acerca del alcance y la escala de la vigilancia electrónica”, aludiendo a una supuesta facilitación para la oleada de actos terroristas que sacudió al país europeo.
A través de un mensaje difundido en la cuenta de Twitter de Wikileaks, Assange respondió que los ataques en Francia fueron posibles gracias a la incompetencia de las autoridades francesas, las que según informó el portal The Slatest, mantenían información desde 2005 sobre la alianza de uno de los hermanos Kouachi con yihadistas iraquíes.
La primera pregunta planteada por Assange es si los servicios franceses en realidad protegieron a los hermanos Kouachi “como parte del aventurismo francés en Siria, Libia y otros lugares, como un conducto para canalizar dinero, armas y militantes hacia África y Oriente Medio”.
“Si realmente los protegieron, ¿lo hicieron porque eran informantes, voluntarios o involuntarios? ¿Los protegieron para poder arrestarlos segundos antes del ataque, en una operación al gusto de los medios de comunicación?”, reflexionó el fundador de Wikileaks.
Respondiendo específicamente a la acusación de Hastings, Assange señaló que “la tragedia de París es otro ejemplo de que lo que hace falta es vigilancia específica competente, no vigilancia masiva”, agregando que los ataques eran yihadistas conocidos, puesto que figuraban en listas de terroristas y que, por lo demás, se habían comunicado cientos de veces mediante teléfonos convencionales interceptables antes y después de los ataques a las oficinas del semanario satírico..
«El secretismo genera corrupción, pero también engendra incompetencia, y los servicios secretos franceses no son una excepción a esta regla”, sentenció.