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Atentado en Las Condes: Por qué no debemos confiar en el FBI

El fiscal metropolitano sur, Raúl Guzmán, informó que pedirá cooperación a organismos internacionales para resolver el enigma que encierra la colocación de diversos artefactos explosivos en la capital, situación que el pasado lunes llegó a su mayor intensidad con la detonación de una bomba en las cercanías del metro Escuela Militar.

El noticiero de 24 Horas informó este martes que el Ministerio Público coordinará sus tareas investigativas con el FBI.

Pero la oficina de dicho departamento, alojado en la legación diplomática de Estados Unidos en Vitacura, no ha demostrado ser tan confiable como se presume.

En el año 2010, cuando el ciudadano paquistaní Saif Khan, quien llegó a Chile para estudiar idiomas por recomendación de la misma Cancillería, fue detenido en la embajada estadounidense bajo la sospecha de estar contaminado con trazas de explosivos, el representante del FBI en Chile movilizó todos sus esfuerzos para allanar su domicilio sin contar con una orden judicial.

En el proceso que siguió la justicia, el estadounidense Stanley Joseph Stoy Jr. reconoció haber llamado a un subcomisario de Investigaciones para instruir su ingreso al inmueble de calle Erasmo Escala donde Khan residía transitoriamente.

Esta irregular coordinación entre la embajada y la policía civil fue captada fotográficamente por una patrulla de la Dirección de Inteligencia de Carabineros (Dipolcar) instalada a las afueras de la vivienda. En el mismo lugar, que había sido alterado, sería encontrada más tarde una mochila con trazas de explosivos militares.

Los funcionarios de la PDI justificaron el allanamiento señalando que investigaban al paquistaní “desde antes”. Sin embargo, no pudieron probar ninguna de las vinculaciones terroristas que el entonces director de la ANI, Gonzalo Yuseff, enumeró en un informe despachado al fiscal Sabas Chahuán cuatro días después de los hechos (Oficio Secreto Nº 005/2010).

Como publicó Verdad Ahora en agosto, el grueso del informe había sido copiado desde internet.

Cuando el denominado caso paquistaní fue sobreseído por “falta de antecedentes”, Stanley Stoy abandonó el país. Tres años después, el ex ministro de Defensa venezolano, José Vicente Ragel, daría crédito a las denuncias que sindicaban a Todd Porter, reemplazante de Stoy, como agente de la CIA.

3 comentarios
  • javier
    11 septiembre 2014 at 1:28 pm -

    y por que en verdad…. gastamos miles de millones de pesos en policia civil, carabineros, agencia nacional de inteligencia (la proxima DINA/CNI …. analogo a la CIA en chile), fuerzas armadas, seguridad comunal etc etc………. y me van a decir que necesitan al FBI????? jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaajajajajaja manga de ineptos inoperantes lamebotas subyugados al poder extranjero

  • jose ariel
    12 septiembre 2014 at 1:05 am -

    javier, tienes toda la razon en tu comentario. Tanto recurso gastado en policias y seguridad para que la delincuencia, el narcotrafico y ahora el terrorismo nos tengan a medio morir saltando. Tal vez todas estas cosas que nos amenazan tengan que ver con poderes facticos economicos, politicos, militares ex y activos. Yo creo que se sabe quienes manejan los hilos de todas estas situaciones, pero no se toman acciones correctivas para no molestarlos y no crear una reaccion negativa por parte de estos poderes. El gobierno debe ponerse los pantalones y desenmascarar pronto a todos estos satrapas.Yo tampoco me cerraria a la posibilidad de que el fbi nos echara una manito, tal vez mas de alguna sorpresa nos den esta gente.

  • Kimeros
    12 septiembre 2014 at 11:25 pm -