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La guerra de Obama en Siria es inconstitucional

En una acción que promete encender a toda la región, Washington lanzó una ola de ataques de misiles Tomahawk en contra de blancos del Estado Islámico. Los primeros reportes indican que ocho civiles, incluidos tres niños, fueron asesinados durante el bombardeo aéreo en la ciudad de Raqqa.

Aunque la administración cuenta con un amplio respaldo interno para su campaña militar en contra del EI, teniendo a dos tercios de los estadounidenses apoyando los ataques, según encuestas, las sospechas apuntan a que Washington dirigirá pronto sus armas en contra del régimen de Assad, al que ha estado tratando de derrocar por más de dos años.

Cual sea la necesidad o justificación de la campaña militar en contra del EI, la decisión de Obama de ignorar una vez más al Congreso, como lo hizo antes del desastroso ataque sobre Libia, refuerza que la Casa Blanca es capaz de iniciar acciones bélicas sin tener fundamento constitucional alguno.

Poco después de los reportes de ataques aéreos de Estados Unidos en Siria, el congresista Justin Amash expresó el sentir de algunos congresistas que lamentaron no haber podido iniciar un debate en la antesala del conflicto.

Pese a que el Congreso aprobó recientemente un plan para armar a los denominados “rebeldes sirios moderados” (muchos de los cuales están alineados con EI, o han vendido armas a sus adherentes), los legisladores no habían dado luz verde a los bombardeos.

“Lo que el Congreso nunca hizo fue autorizar específicamente una guerra”, escribe Lynn Sweet. “La cadena de eventos que empezó con los ataques de este lunes en Siria, podrían diluir la presión para una nueva autorización por voto. Sin importar lo que pase entremedio, el Congreso podría vacilar en negar a la administración Obama una autorización para la guerra, considerando que Estados Unidos, en los hechos, está nuevamente en una guerra”.

Obama sostiene que tenía fundamentos legales para atacar al EI basado en la misma autorización del uso de fuerza militar (AUMF) de 2001 que precedió a la “guerra contra el terror”. Sin embargo, como indica W. James Antle, dicha ley sólo cubre a “naciones, organizaciones o personas” que “planearon, autorizaron, cometieron o contribuyeron a los ataques terroristas que ocurrieron el 11 de septiembre de 2001 o protegieron dichas organizaciones o personas”.

“Este es un argumento que no es plausible (para la guerra en Siria), porque la AUMF de 2001 requiere un nexo con Al Qaeda o fuerzas asociadas con Al Qaeda que combaten en Estados Unidos”, dijo Robert Chesney, profesor de la Escuela de Derecho de la Universidad de Texas, a The Daily Beast. “Dado que el EI se separó de Al Qaeda, es difícil plantear ese argumento”.

Antes de atacar Libia, Obama socavó descaradamente las facultades del Congreso al insistir que su autoridad provino del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, afirmando que una aprobación del Poder Legislativo no era necesaria. “Ni siquiera tengo que llegar a la cuestión constitucional”, dijo el presidente.

Para esta ocasión, Obama ni siquiera cuenta con aprobación de la ONU y tampoco ha planteado la necesidad de que el Congreso tenga una voz para determinar si Estados Unidos debe comprometerse a otra campaña militar que podría desencadenar un conflicto con el gobierno de Assad, considerando su postura de que cualquier ataque directo será interpretado como un “acto de guerra“.

Un comentario
  • Hombre Charcha
    25 septiembre 2014 at 7:30 pm -

    Está más que claro que el gobierno norteamericano sigue en su frenética carrera para hacerse con el control global sin detenerse por nada ni por nadie.
    Ahora instauraron su política del miedo en mi terruño, a la vista y paciencia de los chilenos todos.
    Nuestros políticos venden nuestro territorio, soberanía y recursos a EEUU; se enriquecen mientras los demás nos tenemos que matar por un porcentaje miserable.
    VIVA CHILE
    Nos merecemos los gobernantes que tenemos.