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Recuento final de Bilderberg 2011 e impacto mediático

La cantidad de publicidad ganada por la reservada conferencia Bilderberg este año en St. Moritz, Suiza, superó por mucho la cobertura adquirida en reuniones pasadas del grupo elitista, con notas de los medios y cables internacionales de noticias mayores, reportando finalmente el evento anual después de rehusarse a hacerlo por más de cinco décadas. Protestas, los medios alternativos y los políticos anti-Bilderberg jugaron un rol importante en difundir las noticias.

Bilderberg, nombrado después del hotel holandés donde los miembros se reunieron por primera vez en 1954, une a algunas de las figuras más influyentes de la Tierra. Más de 120 de alto nivel en el gobierno, la banca, los medios, las finanzas, los negocios, think-tanks, fuerzas armadas e incluso la realeza europea, asisten a la conferencia cada año.

Entre los asistentes europeos y canadienses confirmados de 2011, estuvieron el canciller británico de Hacienda (“en representación oficial”, según el Tesoro), el presidente del Banco Central Europeo, el jefe del banco central de Canadá, las reinas de Holanda y España, el príncipe de Noruega, un representante del inimaginablemente vasto imperio bancario Rothschild, ministros de finanzas, jefes de estado, y muchos más.

Un reporte en la escena del Guardian del Reino Unido dijo que también hubo individuos que asistieron sin estar en la lista oficial – una ocurrencia regular descubierta casi todos los años. Entre ellos estuvieron la canciller alemana Angela Merkel, el secretario general de la OTAN, Anders Rasmussen, y el primer ministro socialista José Luis Zapatero de España. El fundador de Microsoft y multimillonario Bill Gates fue también detectado, según reportes.

Un puñado de no-occidentales también asistieron, incluyendo magnates turcos de negocios y miembros de la clase política de Turquía. Un representante supremo de la brutal dictadura comunista que gobierno China estuvo también allí. Además de la oligarquía rusa.

Más de dos docenas de miembros prominentes de la élite americana asistieron también. Un grupo especialmente interesante en el evento de 2011 incluyó a algunos de los maestros del mundo de internet: el co-fundador de Facebook; el presidente ejecutivo de Google; el co-fundador y presidente ejecutivo de LinkedIn; el fundador y director ejecutivo de Amazon.com; el comandante del “ciber comando” del ejército estadounidense (o USCYBERCOM), el oficial en jefe de investigación y estrategias de Microsoft, y otros.

Representantes de la élite americana no-digital estuvieron también presentes. Entre ellos estaban el ex asesor de Gaddafi y neo-con de la era Bush, Richard Perle; el multimillonario David Rockefeller, quien abiertamente admitió en su autobiografía estar conspirando para erigir un sistema global político y económico; Robert Rubin, ex secretario del Tesoro y actual co-presidente del inmensamente poderoso y promotor del gobierno mundial, Consejo de Relaciones Exteriores; el vice-presidente de Citigroup; la personalidad de TV, Charlie Rose; el ex secretario de Estado, Henry Kissinger, quien frecuentemente y públicamente llama a lo que refiere como el “Nuevo Orden Mundial”; el presidente del Banco Mundial, y otros.

Altas autoridades de la administración Obama también incluyeron – bien irónicamente – al fiscal general anti-monopolios. El subsecretario de Estado, James Steinberg, y el director de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Keith Alexander, también estaban en la lista oficial, como ex jefes de la Reserva Federal y el ejército. No en la lista pública pero detectado en la conferencia, de acuerdo a reportes no confirmados de corresponsales en St. Moritz, estuvo el secretario de Defensa, Robert Gates.

Bajo cualquier criterio objetivo, una reunión de los más de 120 individuos más poderosos del mundo parecería tener un extraordinario valor noticiero. Pero hasta años recientes, la conferencia raramente atrajo siquiera una mención pasajera en la prensa del establishment. El silencio alimentó una sospecha profunda e innumerables teorías de lo que el grupo podía estar planeando en secreto. Este año, sin embargo, fue diferente, al menos en términos de cobertura de medios.

En una historia recogida por numerosos periódicos estadounidenses de gran circulación, incluyendo el Washington Post, por ejemplo, el servicio de cables del Associated Press descubrió el evento del 9 al 12 de junio como “una reservada reunión de altas autoridades de gobierno y ejecutivos de negocios… que algunos asemejan a un gobierno mundial en las sombras”. CNBC, Forbes, Fox News, el Baltimore Sun, la revista Times y otros también dirigieron reportes sobre Bilderberg.

En China, los medios también estaban repletos de noticias de la conferencia. Un reporte en idioma chino por el servicio de cables francés, AFP, se refirió al grupo como un “misterioso gobierno mundial fantasma” en un titular, según su traducción. El medio chino, United Daily News, dirigió un titular similar para otro artículo de Bilderberg.

Boletines europeos y rusos de noticias ofrecieron también niveles de coraje sin precedentes, con el periódico Guardia y la cadena de TV Russia Today, ambos enviando corresponsales a la escena. Varios boletines de medios alternativos, incluyendo American Free Press e Infowars enviaron también a reporteros. Y la prensa suiza en particular fue abrumada con reportes sobre Bilderberg durante más de una semana.

Analistas especularon que el llamado establishment de los “medios mainstream” – que está rápidamente perdiendo su mercado mientras los consumidores de noticias voltean de manera exponencial hacia las fuentes alternativas – fue básicamente forzado a cubrir la conferencia en un intento de salvar lo que les resta de credibilidad. Pero a pesar de la atención en aumento, noticias del evento estuvieron ausentes en un segmento de la prensa del establishment.

Entre los asistentes confirmados de Bilderberg 2011 estuvieron representantes de unas cuantas empresas de medios: el editor en jefe y dos corresponsales de la revista The Economist; el corresponsal internacional en jefe del periódico Die Zeit de Alemania; el editor en jefe de Helsingin Sanomat, la publicación escandinava de suscripción diaria más grande; un columnista político para el periódico holandés NRC Handelsblad; el director ejecutivo del gigante de medios portugués Impresa; y más. Ninguno de esos boletines de “noticias” dio cobertura a la conferencia Bilderberg.

Hubo, sin embargo, al menos una excepción notable. El director ejecutivo y escritor del Standard Medien AG, un conglomerado de medios austriacos, estuvo también entre los presentes de la cumbre Bilderberg. Y uno de los portales online de su empresa, derstandard.at, reportó que la cabeza del gobierno de Austria, el canciller federal Werner Faymann, asistió al encuentro.

Un partido político rival estaba aparentemente enfurecido ante la asistencia del canciller de la nación a la reunión, exigiendo incluso un reporte de “inteligencia” sobre la conferencia por parte de Faymann a su regreso. Así que no cubrir el escándalo, cada vez más grande, podría haber levantado serias preguntas sobre la integridad del Standard Medien entre los consumidores de noticias austriacas.

Pero incluso con la amplia cobertura de Bilderberg, los críticos aún se quejan de que la cantidad de medios rodeando la conferencia fue insuficiente – especialmente considerando la magnitud de las noticias. Otros analistas notaron que la mayoría de la cobertura “mainstream” se focalizó en reducir la importancia del evento o en intentar demonizar a los críticos.

No obstante, se está haciendo un progreso. Mientras que sería imposible calcular exactamente cuánta gente alrededor del globo se enteró de la existencia de Bilderberg a lo largo de la semana pasada, es seguro asumir que el número está entre los millones – posiblemente decenas o incluso cientos de millones.

En años recientes, autores, investigadores, y los llamados “medios alternatives” han estado difundiendo cada ver más información y noticias sobre el grupo en Internet. Y ni siquiera incluyendo la cobertura de prensa recién encontrada, la exposición online parece haber aumentado dramáticamente la consciencia colectiva sobre la reunión.

Cientos de manifestantes y críticos de todo el espectro político arribaron a St. Moritz para perturbar a los asistentes elitistas. Levantaron letreros anti-Bilderberg e hicieron escuchar su oposición a través de megáfonos alrededor del perímetro del lujoso Hotel Suvretta House en los cuatro días del encuentro.

En el primer día de la conferencia, junto a una ridícula amenaza de “bomba”, un gigantesco muro de cortinas fue erigido entorno al borde del complejo de Bilderberg. Presumiblemente fue diseñado para impedir que los manifestantes miraran el interior y que los asistentes de la conferencia vieran a las grandes multitudes en el exterior.

Pero en cierto punto, manifestantes enfurecidos tuvieron la oportunidad de gritar a los altamente resguardados miembros de la élite en una confrontación cara a cara. Durante una “caminata al aire libre” fuera del hotel, un activista tuvo incluso un breve intercambio con Thomas Enders, director ejecutivo de Airbus. “Sólo estamos elaborando nuestras agendas”, respondió Enders a una pregunta sobre qué se estaba discutiendo con políticos tras puertas cerradas. “No tengo que decírtelo, tú no necesitas saberlo”, explicó arrogantemente con una sonrisa en su rostro.

Ver video de la confrontación:

Varios miembros de bajo nivel de la clase política también hicieron su aparición en el evento. El miembro italiano del Parlamento Europeo, Mario Borghezio, por ejemplo, intentó forzar su ingreso a la conferencia el primer día. Se reportó que fue detenido y golpeado por la policía, forzando a la embajada italiana de Suiza a exigir respuestas.

Prominentes politicos suizos estaban furiosos por la reunión. El parlamentario de centro-derecha, Dominique Baettig, del partido político más grande de la nación, por ejemplo, pidió a los fiscales que consideraran detener a asistentes tales como el ex Secretario de Estado de EE.UU., Henry Kissinger, por crímenes de guerra, sugiriendo que autoridades suizas en el evento debiesen ser responsabilizadas por traición. Baettig también intentó entrar sin éxito a la conferencia en lo que Charlie Skelton del Guardian llamó “un momento histórico”.

Algunos oponentes de Bilderberg también sugirieron arrestar a asistentes estadounidenses, citando el Acta Logan. Aquella ley prohíbe a estadounidenses negociar políticas con autoridades extranjeras sin previa autorización del Congreso.

El asistente regular de Bilderberg y ex jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, otro socialista, fue recientemente arrestado en New York por crímenes sexuales. Pero condenar a varios Bilderbergers por un amplio rango de ofensas criminales sólo están creciendo y haciéndose oír más fuertemente.

Críticos del encuentro son, por supuesto, etiquetados habitualmente de “teóricos de la conspiración” o incluso peor por apologistas del establishment. La cadena financiada por el gobierno, BBC, dirigió recientemente un artículo de difamación contra las personas que sospechaban de Bilderberg, tratando de conectar la oposición a las reuniones secretas de figuras políticas mundiales con el anti-semitismo y otras falsas asociaciones.

Pero filtraciones y declaraciones públicas de asistentes a lo largo de los años – reportadas por la BBC, irónicamente – revelan que el grupo fue instrumental en más de unas cuantas ocurrencias que cambiaron el mundo. El súper-Estado continental conocido como la Unión Europea y la fallida moneda regional del “euro”, por ejemplo, son sólo unos pocos desarrollos en las décadas recientes atribuidos a Bilderberg.

Evidencia anecdótica también sugiere que el grupo juega una parte importante en el inexplicable ascenso al poder de líderes nacionales. Bill Clinton, por ejemplo, asistió a la conferencia en 1991 casi como un desconocido gobernador estatal. Al año siguiente se convirtió en presidente. Se reportó que el entonces candidato presidencial Barack Obama asistió en 2008. Ambos británicos, el primer ministro David Cameron y el ex primer ministro Tony Blair, fueron además a Bilderberg antes de ascender a la cúspide. También lo hizo una multitud de poderosos influyentes del planeta demasiado extensa como para enumerar.

Debido al fuerte secretismo, especulación sobre lo que podría haber estado en la agenda 2011 es, como siempre, enorme. Pero un comunicado de prensa publicado en un nuevo sitio web relativamente “oficial” de Bilderberg citado por AP y otros, ofrecieron algunas generalidades sobre los temas de discusión: el euro, desafíos para la UE, las redes sociales, “asuntos de seguridad”, Medio Oriente, “desafíos demográficos”, China y más. En 2007, “el Nuevo Orden Mundial” fue un tema importante en la agenda.

“Lo que es único sobre Bilderberg como un foro es el amplio conjunto cruzado de ciudadanos líderes que se reúnen por casi tres días en una discusión informal y extraoficial”, indica la declaración pública del grupo, afirmando que “la privacidad de las reuniones… no tiene otro propósito más que permitir a los participantes decir lo que piensan abierta y libremente”. Críticos del grupo fantasma, sin embargo, no se lo tragan aún.

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