Operativo de la CIA toma responsabilidad por ataque terrorista en Argelia

En el vídeo de abajo, Mokhtar Belmokhtar – quien dice ser el autor intelectual del ataque terrorista de la islamista Brigada al-Mulathameen (Enmascarada) al complejo de gas de Amenas en Argelia – se atribuye el mérito de la operación.

Belmokhtar fue reclutado y entrenado por la CIA en Afganistán. Era un «afgano árabe» reclutado en el norte de África y luchó junto a los muyahidines de la CIA y el ISI (Inter Services Intelligence) paquistaní que más tarde se dividirían en al-Qaeda y los talibanes. Tras la mortal guerra civil afgana que se cobró casi un millón y medio de vidas, Belmokhtar regresó a Argelia en 1993 y se unió al Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC).

El GSPC fue fundado supuestamente por Hassan Hattab, ex comandante del Grupo Islámico Armado (GIA). Mohammed Samraoui, especialista adjunto del jefe de contrainteligencia del ejército argelino, afirma que el GSPC fue establecido por el ejército argelino en un intento de debilitar y destruir al moderado Frente Islámico de Salvación, un partido político islamista presto a tomar el poder tras las elecciones de Argelia. Miembros del GSPC fueron reclutados por la inteligencia argelina a su regreso de la yihad en Afganistán.

En 2007, el GSPC cambió su nombre por el de Organización Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y se alineó con el Grupo Islámico Combatiente Libio (LIFG). En noviembre de 2007, el segundo al mando de al-Qaeda, Ayman al-Zawahiri lanzó un mensaje declarando que el Grupo Islámico Combatiente Libio se había unido a Al-Qaeda.

«Al-Qaeda en el Magreb Islámico había establecido una estrecha relación desde el principio en 2007con el Grupo Islámico Combatiente Libio, cuyos líderes también habían sido entrenados y reclutados en Afganistán por la CIA», escribe Michel Chossudovsky. «El Grupo Islámico Combatiente Libio es apoyado secretamente por la CIA y el MI6 de Gran Bretaña.»

De acuerdo a un documento del MI6, la inteligencia británica sabía de un complot del LIFG para asesinar a Gaddafi en 1995 con la participación de «veteranos de Libia que sirvieron en Afganistán.» Al informe se le dio credibilidad por el hecho de que las autoridades británicas permitieron a los miembros del LIFG que vivían en el Reino Unido participar en las actividades de apoyo de la organización a pesar de su declaración oficial como grupo terrorista.

Además del apoyo la inteligencia estadounidense y británica, el AQMI y otros grupos salafistas de África recibieron el apoyo de Arabia Saudita y Qatar. La DGSE, organización de inteligencia del Ministerio de Defensa francés, ha mencionado en un informe el apoyo de Qatar al terrorismo en el norte de Mali.

El primer ministro de Argelia, Abdelmalek Sellal, dijo que el ataque a la planta de gas In Amenas en el Sahara «incluyó dos canadienses y un equipo de expertos en explosivos que habían memorizado el trazado del extenso complejo y estaban listos para volar el lugar por las nubes», informó la CBC.

El ataque tremendamente sensacionalista en Argelia está siendo explotado por los medios del establishment como una herramienta de propaganda en la guerra global contra el terrorismo y levantar una vez más el flagelo de al-Qaeda y grupos de salafistas asociados creados por la CIA, el ISI de Pakistán, el MI6 y financiados por Arabia Saudita y Qatar.

Los globalistas tienen la intención de expandir profundamente sus operaciones en un África rico en recursos. AFRICOM, el Comando África de Estados Unidos, y los franceses – con el apoyo de Cameron y los británicos – se están movilizando en África a lo grande con la espada de Damocles de al-Qaeda y su panoplia de grupos salafistas asociados proporcionándoles el pretexto necesario.