Las contradicciones que hacen tambalear la hipótesis de la PDI en el caso Matute

Contradictorias versiones ha entregado en las últimas semanas el ex comisario de la PDI, Héctor Arenas, en relación a la hipótesis que ubica la golpiza y posterior muerte de Jorge Matute Johns en el estacionamiento de la discoteque La Cucaracha y no en su interior, como afirma la investigación realizada por el mayor en retiro de Carabineros, Andrés Ovalle.

El 12 de julio pasado, Arenas llegó a los Tribunales de Concepción para declarar ante el ministro Jaime Solís. Lo hizo acompañado del comisario de la Brigada de Homicidios de Concepción, Jorge Abate, un ex integrante del equipo especial conformado en 1999 para investigar el caso Matute que él mismo dirigió.

Días después, Arenas filtraba el contenido de su testimonio al director del Diario El Sur, provocando un hecho inesperado: la inhabilitación del magistrado Solís.

Y es que en su encuentro con el ministro, Arenas había mencionado en más de una ocasión a Farid Harún Villegas, testigo de aparente importancia para la hipótesis que apunta a los ex jóvenes procesados como sospechosos de la desaparición de Coke. “Hasta aquí llego”, dijo Solís. La hija del juez había contraído matrimonio con Harún en octubre pasado. Fue suficiente para sacar al magistrado de la investigación y arriesgar que la causa perdiera la designación de un ministro en visita en menos de una semana.

Pero poco antes del nombramiento de Carola Rivas como nueva ministra del caso, Arenas concedió otra entrevista. En ella subrayaba la importancia testimonial del yerno del ministro Solís, puesto que había visto dos peleas: una en la que participaron los ex procesados contra Jaime Domínguez Vallejos (El Artesano) y otra “en que uno de ellos agredió a otra persona, que luego arrancó a unos matorrales”. El joven que corrió era Matute, según el policía.

“Farid Harún es quien describe y observa desde su jeep la agresión al artesano y señala que, simultáneamente, una persona, a la que identifica con nombre y apellido, agrede a otra, que sale corriendo hacia el sector de unos matorrales”, declaró Héctor Arenas a la revista Qué Pasa.

Sin embargo, una revisión exhaustiva realizada por Verdad Ahora en torno a los antecedentes aportados por el ex comisario, deja entrever una importante contradicción: si bien señala en esta ocasión que la muerte de Matute pudo haber ocurrido de manera coetánea o posterior a la agresión del artesano, la hipótesis planteada originalmente en un informe entregado por Arenas a la jueza Flora Sepúlveda (Informe Policial Nº 119 de la Brigada de Homicidios Metropolitana, fechado 27 de septiembre de 2001), respecto del cual ya hemos escrito en publicaciones anteriores, indicaba que la desaparición había ocurrido mucho antes de la golpiza contra Domínguez.

El mismo documento sirvió incluso de base para las explicaciones que el ex PDI entregó al programa Mentiras Verdaderas de La Red en el mes de junio, cuando debió responder a las declaraciones emitidas en el mismo canal por el ex mayor Andrés Ovalle, quien denunció la eventual participación de carabineros ligados al narcotráfico en el ocultamiento del cadáver de Matute.

En dicha oportunidad, y apartándose de la secuencia de hechos reseñada ante el ministro Solís, Arenas afirmó que Matute fue agredido en una riña con los ex jóvenes procesados a eso de las 02:45 de la mañana, cuando supuestamente los vio rayando un vehículo y sacando una botella de alcohol que mantenía en el neumático del automóvil de su amigo Gerardo Roa. Después de la gresca, los ex procesados habrían abandonado La Cucaracha para hacer desaparecer el cuerpo y, cerca de una hora más tarde, volver a la disco para golpear al artesano con el solo propósito de «desviar la atención».

Arenas: Cuando agredieron al artesano “ya habían ido a botar a Matute”

Este relato, llevado a la televisión por el comisario Arenas hace poco más de un mes, imposibilita totalmente que Matute haya sido visto con vida simultáneamente a cuando Domínguez estaba siendo agredido. En consecuencia, derriba totalmente la teoría de que Matute hubiere sido la persona descrita en su declaración por Farid Harún.

Pero las contradicciones no terminan ahí. Según consignó el Diario El Sur, el ex comisario Arenas también representó al ministro Solís un “comentario” emitido por el guardia de La Cucaracha, Jimmy Lemus, sobre una persona que vendía sándwich en las afueras del local. El vendedor habría visto cuando llevaron “pateando hacia el camino al aeropuerto a un hombre” que presuntamente sería Jorge Matute.

No obstante, de la lectura del Informe Policial Nº 119 se desprende que Arenas omitió señalar a la justicia que dicho testigo ya había sido entrevistado por la PDI. En su declaración extrajudicial, a la que Verdad Ahora tuvo acceso, el testigo negó rotundamente haber identificado a Coke la madrugada del 20 de noviembre de 1999 como la persona que escapó hacia la calle. “(…) si lo hubiese visto esa noche lo recordaría”, aseguró al equipo investigador.

La lucidez del testigo fue incluso destacada por el comisario Arenas. “(…) consideramos que la versión del vendedor de sándwich… debería ser más ajustada a la realidad, por no encontrarse bajo los efectos del alcohol y drogas, en contraposición a casi la totalidad de los otros entrevistados”, redactó en la página 26 del informe.

• (Click para agrandar la imagen)

Las inconsistencias de esta línea de investigación deberán ser ahora analizadas en detalle por la ministra Carola Rivas, quien probablemente llamará a declarar, en los próximos días, al ex mayor Andrés Ovalle.

El abogado que representa a la familia Matute pidió en el mes de junio que Ovalle profundizara sus dichos de que el caso de Coke “es el símbolo de la corrupción”, y que en él estarían involucrados altos funcionarios de Carabineros. En este sentido, y previo a declararse inhábil para conocer la causa, el ministro Jaime Solís requirió copia de las declaraciones realizadas por Ovalle a medios televisivos.

En su última entrevista a cargo de la investigación, el magistrado había deslizado la posibilidad de que el crimen de Matute fuera un “delito imprescriptible” si se llegaba a demostrar la participación de agentes del Estado en los hechos.

¿Corrupción policial o riña menor?