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Caso Matute: Ex comisario de la PDI dice no estar solo en su acción contra ministra Rivas

Hasta la Corte de Apelaciones de Concepción llegó esta mañana el prefecto (r) de la PDI a cargo de la investigación del caso Matute entre 1999 y 2004, Héctor Arenas, quien presentó una querella de capítulo contra la ministra Carola Rivas.

La Cuarta Sala del tribunal escuchó hoy los alegatos de ambas partes con el fin de establecer la admisibilidad de la acción legal y, si ésta fuera acogida, la suspensión de la jueza que instruye el emblemático proceso.

El abogado del ex policía, José Luis Andrés, comenzó la audiencia afirmando que la protección legal con que cuentan los magistrados -al igual que el fuero de parlamentarios- «no puede transformarse en impunidad». Al mismo tiempo insistió en que la tesis del presunto abuso sexual a Matute con la que Rivas pretende cerrar el expediente «sí se investigó».

El jurista numeró en seis las imputaciones que la ministra habría hecho contra Arenas en diversos medios de comunicación: vulneración de derechos de detenidos, persecución contra el ex detective Carlos Stuardo (quien siguió la línea investigativa del suministro de drogas inhibitorias a jóvenes en 1999), obstrucción a la justicia, actuar sin control superior y con soberbia, y «negligencia inexcusable» en el curso de la indagatoria.

Andrés señaló que todos los actos de su representado fueron amparados por la autoridad judicial de turno y que Rivas no dio espacio al ex funcionario para defenderse, ya que lo citó a declarar solo una vez, al poco tiempo de asumir la causa en el Gran Concepción.

En tanto, patrocinando a la ministra Rivas, los abogados Gonzalo Cisternas -hijo del supremo Lamberto Cisternas- y la ex fiscal Ximena Sepúlveda sostuvieron que la instructora del caso no tuvo ánimo de injuriar, que actuó en base a un requerimiento del Departamento de Comunicaciones del Poder Judicial y que efectivamente la labor policial del ex comisario Arenas «no fue exitosa».

En conversación con la prensa, Arenas descartó haber actuado «sin control», ya que rendía cuentas directas al entonces mandamás de la PDI, Nelson Mery. «Lo que quiero dejar bien en claro es que la misma persona que le proporciona el antecedente al señor Stuardo (sobre la pista homosexual) nosotros la entrevistamos en el mes de septiembre del año 2000 y cuenta una historia completamente distinta», enfatizó.

«Yo no estoy jugando aquí, estoy defendiendo mi honra y también estoy defendiendo la labor de los policías… Es quizás lo más fuerte que hay detrás de todo esto, porque detrás de mí hay muchas personas que yo represento», agregó.

También se refirió al hecho de haber «apremiado» a los jóvenes que fueron procesados y más tarde liberados de responsabilidad por la ministra Carola Rivas- como algo «completamente falso». «Esta -es una maniobra que se utilizó desde un principio para sacarme del caso… Ninguno de los procesados alegó maltratos de ninguna especie cuando estuvieron detenidos», afirmó.

Declaró además que «cuando empezaron a darse cuenta que ellos eran más que objeto de la investigación por parte de la jueza (Flora Sepúlveda), ¿automáticamente qué hicieron? Los blindaron de alguna manera y empezaron a efectuar distintas acusaciones».

Recién el viernes próximo se sabrá finalmente si la querella pasa o no tramitarse en el Juzgado de Garantía de Concepción. Según fuentes de tribunales, la ministra Rivas ya habría completado las diligencias encomendadas por la familia de Jorge Matute Johns tras la última reapertura del sumario.

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