Caso Nabila Rifo: Dueña de local nocturno acusada de «falso testimonio» guarda silencio en Fiscalía
La regenta del night club «Acapulco», Nancy Gallardo, quien fue denunciada por declarar supuestos hechos falsos en el juicio que terminó condenando al ex conviviente de Nabila Rifo, Mauricio Ortega, por la agresión que ésta sufrió en mayo de 2016, optó por guardar silencio ante el fiscal a cargo de la investigación, Luis Contreras.
En noviembre de 2017, el Juzgado de Garantía de Coyhaique decidió acoger a trámite una querella criminal interpuesta contra Gallardo por el perito de la Defensoría Penal Pública, Francisco Pulgar.
Ésta indicaba que la mujer «faltó a la verdad en una declaración prestada bajo juramento o promesa exigida por la ley, específicamente relatando hechos falsos ante el Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal de Coyhaique, causa RIT 1-2017″. La acusación se suma a una condena que la imputada recibió en 2016, por facilitar el ingreso irregular de mujeres colombianas al país con fines de explotación sexual.
Según el libelo, Pulgar visitó a la administradora del local en el marco de averiguaciones encomendadas por la Defensoría. Durante la conversación, a la cual Gallardo consintió con la firma de un documento denominado “Acta de Entrevista a Testigos y Víctimas”, la dueña del «Acapulco» reveló el nombre de una interna que supuestamente conocía a Nabila Rifo y que señalaba como el presunto autor del hecho a una de sus ex parejas, cuya identidad no correspondía a Ortega.
Vea reportaje de «Informe Especial: Las dudas en el caso de Nabila Rifo»
«Yo estuve detenida un mes en Gendarmería, supuestamente por trata de blancas, igual se me condenó… yo fui y hablé con el jefe que estaba a cargo de la investigación (de Nabila), porque resulta que yo tengo en el Face muchas cosas que se dicen en contra mía, que yo mande a matar, que yo mande sicarios», dijo Nancy Gallardo a Pulgar.
En la oportunidad, Gallardo negó los rumores que vinculaban su persona con la brutal golpiza a Rifo, en orden a que ésta había escuchado «cosas que no debía escuchar, ver cosas que no debería ver (en el local), cuando yo ni siquiera fumo, o sea, en mi negocio yo no dejo fumar adentro y droga menos», explicó.
Gallardo señaló conocer de vista a Mauricio Ortega, aclarando que el trago lo inmovilizaba: «(…) cuando toma, yo sé que él queda dormido en una mesa, y ahí se duerme, porque en mi negocio ha estado dos, tres veces, y es de esos que se cura y se duerme… o sea es una masa».
Pese a lo anterior, la cara visible del bacanal entregó en el estrado una versión completamente distinta a la que aparece en los informes de Pulgar.
En línea con la tesis de la Fiscalía que terminó fundamentando la condena de 18 años contra Ortega, Gallardo aseveró en el tribunal que el acusado se ponía «agresivo» con alcohol, que en el cabaret la había increpado en varias ocasiones y que, en una de ellas, había “apedreado” el establecimiento amenazando con quemarlo.
Cuando el fiscal jefe de Coyhaique Luis González pidió que describiera su contacto con Francisco Pulgar, la expositora señaló que éste se presentó como «penalista de la Fiscalía». González consultó explícitamente si los documentos que el perito le hizo firmar «estaban llenos o estaban en blanco», a lo que Gallardo respondió que «estaban en blanco».
Minutos más tarde, el defensor público de Ortega, Fernando Acuña, contrainterrogó a Gallardo: «Una persona que sabe leer y escribir… que maneja una cuenta corriente, que se maneja a nivel de las declaraciones de impuestos (al ser comerciante), ¿firmó una hoja en blanco? ¿Eso es lo que usted está diciendo?». «Sí, señor», contestó la deponente.
De acuerdo a la querella de Pulgar, la situación denunciada podría ser constitutiva del delito tipificado en el artículo 206 del Código Penal, que sanciona a todo «testigo, perito o intérprete que ante un tribunal faltare a la verdad en su declaración, informe o traducción».
Las diligencias -en esta arista del caso que la Corte Suprema zanjó a mediados del año pasado- están siendo realizadas por personal de la Policía de Investigaciones (PDI).