El Pentágono conduce estudios ilegales en Bolivia para «ayudar a tropas en Afganistán»

Financiado por el Departamento de Defensa de Estados Unidos, el científico Robert Roach manipuló información sobre su visita a Bolivia y el propósito de sus estudios, según denunció este martes el ministro del Interior de ese país, Carlos Romero.

Roach, director del Centro de Estudios de la Altura del Departamento Médico de Anschutz en Aurora, Colorado, recibió una subvención de $1.5 millones de dólares del Pentágono para “desarrollar nuevas maneras de combatir la enfermedad de alta montaña” causada por la carencia de oxígeno.

El estudio militar fue anunciado en 2012 por el medio estadounidense Denver Post, informando que Roach llevaría 24 personas a Bolivia – entre ellos estudiantes universitarios – para investigar “cómo las personas se aclimatan a la hipoxia o falta de oxígeno”. El experimento se llevó a cabo en el nevado sudamericano de Chacaltaya, a 5.400 metros de altitud.

Las indagaciones de Roach responden a un deseo del gobierno de Estados Unidos para “encontrar la manera de superar rápidamente la enfermedad de alta montaña, que frecuentemente afecta a quienes sirven en Afganistán”, asegura el artículo del Denver Post.

“Modelos militares indican que al menos el 25% de tropas no aclimatadas que parachutan sobre el campo de batalla a 10.000 pies de altura – y más del 80% de las tropas que combaten a 13.200 pies – sufrirán enfermedad de alta montaña”, reportó The Wall Street Journal en marzo de 2011.

La Razón de Bolivia informó hoy que el investigador estadounidense Robert Roach ingresó al país el 12 de junio del año pasado como “turista” y “por un día”. En vez de aquello, de acuerdo a documentos recabados por el medio, Roach permaneció en Bolivia por más de tres meses sin comunicar su propósito a las instancias legales bolivianas pertinentes.

“Más allá de los propósitos científicos que pueda tener, representa un acto de vulneración a la soberanía del estado plurinacional de Bolivia”, acusó el ministro del Interior de Bolivia, Carlos Romero. “Muestra que hay esta acción colonialista, imperial, que considera que puede ingresar a un territorio y realizar las acciones que vea conveniente”.

El estudio de Roach fue denunciado como “una operación militar encubierta” por la ministra de Comunicación del gobierno de Morales, Amanda Dávila, agregando que los experimentos pretenden adaptar soldados a las mismas alturas para “llevar a cabo acciones militares en varios países como Afganistán, Irak, Libia, Siria y Sudán».

La Cancillería boliviana presentará formalmente sus descargos ante el gobierno de Estados Unidos por “vulnerar la soberanía del país”.