Madre que se negó a vacunar a su hija por meningitis: «Las autoridades lucran con nuestra salud»

Desirée Becerra Toledo, la joven madre que se rehusó a vacunar a su hija contra la meningitis, dice que luchará hasta el final para hacer valer las razones de su determinación.

“Estamos en una sociedad democrática que me quita y arrebata la libertad y el derecho de ejercer mi rol de madre, que quiere proteger y cuidar a su hija”, señaló Desirée a Verdad Ahora.

El viernes pasado, por cuatro votos contra uno, una sentencia de la Corte Suprema determinó que el actuar de Desirée Becerra, madre de una menor de 7 meses y medio que se negó a la inoculación, había sido “caprichoso” y perjudicial para la salud de su hija. El caso fue expuesto en televisión y algunos medios de prensa electrónicos.

«Queda de manifiesto que la negativa de la recurrida, madre de la menor, en vacunarla conforme al calendario de vacunas que ha establecido el Ministerio de Salud, a través de la Subsecretaría de Salud Pública, ha sido ilegal (…) por cuanto dicha negativa ha sido sólo por la voluntad o capricho de la recurrida», consigna el fallo de la Suprema, según reportó La Nación.

El ministro Sergio Muñoz, quien votó en contra de la decisión de la Corte, consideró que “se debe analizar si efectivamente la negativa de la madre reviste el carácter de arbitraria, esto es sustentada en el mero capricho”, pues a su juicio, como madre “busca impedir que su hija, actualmente sana, reciba sustancias tóxicas”, informó Radio Bio Bio.

Desireé, madre de la bebé Emilia, asegura que entregó “argumentos confiables y contundentes por el respaldo científico y testimonial”, consistente en documentos y videos que se oponen a la vacunación. A través de ello exigió que se demostrara que las mencionadas vacunas son beneficiosas y no perjudiciales, según dijo el juez disidente.

Las solicitudes para que el Ministerio de Salud enviara informes sobre la inocuidad de las vacunas no obtuvieron respuesta.

“Una de las razones para no vacunar a mi hija es que mi grupo sanguíneo es cero positivo, lo que es riesgoso para el bebé”, justifica Desirée. “También la desconfianza hacia las autoridades por no informar a la población en forma adecuada. Más bien hay una desinformación”.

El jueves recién pasado, Verdad Ahora informó sobre los antecedentes criminales de la firma GlaxoSmithKline (GSK), la segunda farmacéutica más grande del mundo que ha sido escogida por el gobierno de Piñera para abastecer al país de vacunas contra la meningitis.

Sólo en 2012, GSK ha debido enfrentar multas y condenas judiciales por experimentar ilegalmente con 15.000 niños en Argentina, de los cuales 14 resultaron muertos, distribuir antidepresivos no certificados en menores de 18 años, sobornar a médicos y manipular el precio de sus medicamentos en Estados Unidos.

La adquisición de vacunas para Chile fue gestionada personalmente por el presidente Sebastián Piñera, en gira por Europa, abrazando un gasto de casi 62 millones de dólares para la compra, una cifra extraordinaria que se desenmarca del presupuesto nacional.

“La verdad sobre la vacunación está oculta y manejada por las autoridades que lucran con nuestra salud y la de nuestros hijos”, indica la joven Desireé desde Talcahuano.

Los intereses económicos de los gigantes farmacéuticos quedaron de manifiesto luego de la psicosis generada en 2009 por el virus AH1N1. En esa oportunidad, la Unión Europea se vio forzada a investigar a la OMS por exagerar los peligros de la gripe para beneficiar a las grandes industrias de la medicina. La organización internacional de la salud fue atacada por el propio Wolfgang Wodarg, presidente de la comisión de salud del Consejo de Europa.

En Chile, la campaña de vacunación del gobierno contra la llamada “gripe porcina” no estuvo exenta de polémicas. El 10 de mayo de 2009, un menor de 7 años llamado Max Ibacache debió ser internado en el Hospital de Talca tras contraer el síndrome de Guillian-Barré, tres semanas después de ser inoculado contra la AH1N1.

Casos similares al de Max fueron reportados en otros países, llevando a estudios como el publicado en Canadá por el Journal of the American Medical Association, que descubrió un vínculo directo entre la mencionada vacuna y el síndrome de Guillian-Barré.

Debido a estas dudas científicas y a la mala reputación de las inoculaciones, la política de vacunación del gobierno chileno sufrió una profunda crisis de confianza, resultando en una baja demanda de beneficiarios durante 2010.

Esta vez, pese a la sentencia de la Suprema, Desirée dice que mantendrá su postura. La joven madre también anuncia que iniciará una campaña en las redes sociales para dar a conocer su caso y la razones de su decisión, que no sólo se refieren a la inoculación contra la meningitis, sino a todas las demás.