Embajador estadounidense en Pakistán arriesga acciones legales por el asesinato de dos niños

Activistas en Pakistán han advertido al embajador de Estados Unidos, Cameron Munter, que pretenden iniciar acciones legales en su contra y buscar enjuiciarlo por el asesinato de dos niños, quienes fueron muertos por el ataque de un avión no tripulado. Uno de los adolescentes había asistido a una conferencia en Islamabad, recalcando las víctimas humanas que ha dejado el uso de estos drones.

Reportes en los medios estadounidenses publicados a inicios de año sugieren que el embajador está informado sobre el blanco de cada ataque y ha sido consultado para su aprobación.

Activistas escribieron a Cameron Munter, diciendo que a menos que explique su participación, buscarán enjuiciarlo como co-conspirador de la muerte de Tariq Aziz (16 años) y su primo, Waheed Khan (12 años). Los niños fueron asesinados por el disparo de un misil cerca de su hogar en Waziristán Norte el 31 de octubre.

“Estoy considerando iniciar una persecución legal contra usted como co-conspirador en los asesinatos de Tariq y Waheed – ya que asesinato es la única palabra que puede ser aplicada apropiadamente para el acto cometido por agentes de la CIA y sus cómplices”, dice la carta, despachada por la Fundación de Derechos Fundamentales, una ONG instalada en Islamabad. “No obstante, reconozco que el Depto. de Estado de EE.UU. ha, en cierto nivel, tratado de refrenar a la CIA y su guerra ilícita en la región fronteriza de Pakistán, y por ende quiero ser completamente justo y darle una oportunidad para rechazar lo que ocurrió y potencialmente excluirlo de cualquier acción que yo pueda llevar adelante”.

El director del grupo, un alto juez llamado Mirza Shahzad Akbar, dijo que le dará 14 días al Sr. Munter para que responda a la carta antes de iniciar acciones legales. Dice que no cree que la inmunidad diplomática se aplique a las presuntas acciones del Sr. Cameron, aunque está preparado para escuchar su argumento. La noche de ayer, la embajada estadounidense en Islamabad declinó referirse al tema.

Los ataques de aviones no tripulados se han vuelto un tópico altamente controversial en Pakistán, donde su uso se ha incrementado marcadamente desde que Barack Obama fue electo presidente de Estados Unidos. Operados por la CIA en una manera que Estados Unidos se rehúsa a discutir oficialmente, se cree que las autoridades de Pakistán han accedido no muy convincentemente a ello.

Los defensores de los drones dicen que son éstos responsables por “eliminar” a blancos de alto valor, tales como el líder del talibán, Baitullah Mehsud, asesinado por un misil disparado desde un dron en el verano de 2009.

Pero activistas dicen que cientos de civiles inocentes, docenas de ellos niños, son el daño colateral de tal política. Dicen que la información que indica que “militantes sospechosos” son víctimas de los ataques, resulta ser frecuentemente errada. El día antes de que Tariq y Waheed fuesen asesinados, cuatro mineros de cromita murieron por el ataque de un misil.

Los dos niños fueron muertos a sólo días de que Tariq atendiese a una conferencia organizada por el Sr. Akbar, con el apoyo de la ONG británica Reprieve, para reunir a los testigos y familias de quienes han sido asesinados por los drones. El adolescense Tariq fue un entusiasta partícipe y accedió a llevar cámaras a Waziristán Norte para recolectar evidencia del impacto que las aeronaves están teniendo en la región. Ha existido especulación de que Tariq, quien se mezcló con delegados internacionales, fue atacado deliberadamente.

“El caso de Tariq es uno de aquellos donde los extranjeros llegan a ver de qué se tratan verdaderamente los ataques de drones”, dijo el Sr. Akbar.

A inicios de este año, el Wall Street Journal reportó que luego de una revisión de su programa de drones, la administración Obama otorgó un rol más grande al Depto. de Estado respecto a la selección de los blancos, con el embajador estadounidense en Pakistán teniendo el derecho de apelar – pero no vetar – cada selección. Irónicamente, el Sr. Munter ha sido uno de los que ha estado a favor de un uso más “juicioso” de los ataques.

En su carta al Sr. Munter, el Sr. Akbar agrega: “Entendiendo que sus órdenes provienen de arriba, me parece que es igualmente insensato que la Casa Blanca haga de su embajador estadounidense un diente públicamente reconocido en la maquinaria de asesinar niños en Waziristan: ¿cómo pretende el Depto. de Estado que usted haga su trabajo, cuando se conoce que en mi país ejerce decisiones activas dentro de esta guerra criminal, altamente impopular, en contra de Pakistán? Tal decisión parece estar designada para confinarlo por siempre dentro del enclave diplomático”.