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El banquero ligado al tráfico de armas que se benefició con la privatización de Iansa

Un mal pasar, como demuestra el cierre de su planta en la Región del Maule, atraviesa la Industria Azucarera Nacional S.A. (Iansa). «Para que nazca un árbol muchas veces tiene que morir un árbol viejo», señaló el presidente Sebastián Piñera sobre la decisión que dejará sin trabajo a más de 4 mil personas en la ciudad de Linares.

La ex empresa estatal concebida por CORFO en 1953, y que fue privatizada bajo la dictadura de Augusto Pinochet, ha pasado por varios controladores. El más controversial de ellos fue Khalid Bin Mahfouz, jeque de Arabia Saudita que logró instalarse en Chile recurriendo al Capítulo XIX del Banco Central, que permitía invertir con la compra y venta de pagarés de la deuda externa.

El mecanismo facilitó al extranjero la toma de Masisa, Vidrios Lirquén, Indalum y Textil Viña. A través de Inversiones Pathfinder, para el caso de Iansa, contactó al ex senador de la UDI por Los Lagos, Marcos Cariola, un político cercano a Pinochet.

Habría sido Cariola quien propuso en 1985 al empresario Juan Obach -ex compañero de estudios de Carlos Alberto Délano, quien fue condenado por financiar campañas con boletas falsas en Penta- la incorporación de éste al equipo de Bin Mahfouz, nuevo accionista mayoritario de la azucarera a la cabeza de la sociedad Campos Chilenos.

El árabe, llegando a 1991, cuando también ocupaba un rol importante en el Banco de Crédito y Comercio Internacional (BCCI), enfrentó cargos en Estados Unidos. Lavado de dinero, soborno, financiamiento del terrorismo y contrabando de armas fueron algunas acusaciones que emergieron sobre la entidad, cuestionada por manejar las platas de carteles colombianos, la CIA y el general Manuel Noriega.

Según The New York Times, Bin Mahfouz pagó $225 millones de dólares para zafarse de una multa por fraude tributario ligado al BCCI. El escándalo provocó, aparentemente, su salida de Chile.

De acuerdo con la investigación realizada por la periodista María Olivia Monckeberg, Iansa fue vendida en 1999 a la española Azucarera Ebro, mediante una operación comandada por Cariola, Obach y el hombre de negocios Félix Bacigalupo, quien el año pasado celebró el retorno de Piñera a La Moneda.

La europea «adquirió un 38,2 por ciento de Campos Chilenos, por un valor de 81 millones de dólares», acuerdo que fue denunciado por accionistas minoritarios, la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) y la Superintendencia de AFP.

La SVS consideró que los antiguos ejecutivos de la empresa habían dado a conocer información «que hasta ese momento no era pública a los representantes de Ebro, sin conocimiento ni autorización de los directorios de Iansa y Campos Chilenos. Hubo multas que se basaron en los artículo 39 y 43 de la Ley de Sociedades Anónimas», detalla El saqueo de los grupos económicos al Estado de Chile.

Apoyo a Al Qaeda

Khalid Bin Mahfouz volvió a hacer noticia en 2001, luego del atentado a la Torres Gemelas de Nueva York.

En noviembre, publicó El Mercurio, entró una llamada al auricular del ministro de Hacienda Nicolás Eyzaguirre. Era Paul O’Neill, secretario del Tesoro de EEUU, quien «solicitaba rastrear los flujos financieros de inversionistas presuntamente vinculados a redes terroristas y que podrían tener intereses en el país», acompañando una lista reservada.

«Una alta fuente diplomática reveló a Raúl Sohr, analista internacional en temas de seguridad y defensa, que entre ellos estaba el del empresario árabe Khaled Bin Mahfouz… (de) quien se dice que es uno de los aliados de Osama Bin Laden y, que entre 1985 y 1991, operó en Chile en diversas empresas productivas y de servicios a través del holding ‘Grupo Pathfinder'», informó el diario de Edwards.

Los norteamericanos sabían que el ex mandamás de Iansa había donado $270 mil dólares a Al Qaeda, precisa el libro House of Bush de Craig Under. El jeque respondió que solo había querido «apoyar la resistencia patrocinada por EEUU frente a la ocupación soviética de Afganistán».

El hombre detrás del Hyatt

En Chile operó otra figura ligada íntimamente al BCCI: Ghaith Pharaon, magnate que abrió el Hotel Hyatt de Santiago en 1992.

El edificio de 310 habitaciones, que marcó un hito por su obra arquitectónica, fue después vendido al controlador del Grupo Copesa y Corpbanca Álvaro Saieh por un monto secreto.

El desprendimiento de los activos de Pharaon obedeció a una estrategia para pagar la multa que las autoridades fiscales de EEUU habían cobrado al BCCI, precisó El Mercurio.

En septiembre de 1991, la revista colombiana Tiempo acusó a Pinochet de «proteger y enriquecer» a los banqueros del BCCI, al mantener «relaciones personales con Ghaith Pharaon… y con Khaled Bin Mahfouz», un «principal socio del que llaman Banco de la Droga».

En 1988, Pharaon se reunió en La Moneda con Pinochet y el economista Hernán Buchi, actor clave en la privatización de empresas chilenas.

Por Matías Rojas

Un comentario
  • Marzo Astorga
    29 noviembre 2018 at 2:25 am -

    Excelente articulo, Gracias por desentrañar la basura detras de estos empresarios.